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Cuba y la visita de Obama

Ramon Parellada
25 de marzo, 2016

Es difícil para mí, escribir sin pasión y sentimientos sobre Cuba pues he visto el sufrimiento de los cubanos en mi familia ya que mi madre es cubana. He visto como a familiares y amigos les confiscaron sus pertenencias, les quitaron sus propiedades, sus libertades e indoctrinaron a sus hijos. He visto como parte de la familia quedó en Cuba y otros emigraron como pudieron, sin nada, a Estados Unidos que les acogió y pudieron hacer sus vidas de nuevo gracias a ese sistema capitalista que defiende los derechos individuales a la vida, la libertad y la propiedad, cosa que en Cuba brilla por su ausencia. Es difícil hablar de una Cuba libre cuando he visto de primera mano todo ese sufrimiento.

Sin embargo, trataré de ser lo más objetivo posible. Creo que la visita de Obama a Cuba y el acercamiento puede llegar a ser positiva. Lamento que Obama no fuera más contundente al hablar de libertad y derechos humanos ante ese cruel, explotador y dictatorial régimen Castrista. Debió haber hablado de libertad, de la devolución de la propiedad a sus legítimos dueños y del respeto a la vida de las personas. Siento que esta visita de Obama a Cuba cayó dentro de lo políticamente correcto pero se perdió esa gran oportunidad como cuando Reagan visitó la Unión Soviética y no dejó de hablar de estos temas.

Siempre he defendido el libre comercio y he criticado el embargo porque creo que más hubiera hecho en favor del pueblo cubano (no del gobierno dictarorial) el que las personas hubieran podido tener acceso a miles de productos de baratos con Estados Unidos y muchos otros países que un ridículo embargo que sólo encareció el comercio con otros países que aprovecharon la situación. Además, el embargo le dio la excusa perfecta al nefasto régimen castrista para seguir justificando el control y dominio de los cubanos, manteniéndolos esclavos de los hermanos Castro y otros vividores de ese malévolo gobierno.

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David Boaz, vicepresidente del Cato Institute escribió el 18 de marzo un artículo titulado “Guía para Obama en su viaje a Cuba: el viaje de Reagan a Rusia” en el que recomendaba a Obama que debería decir en su visita histórica a la isla recordando los resultados de la visita de Reagan a Rusia al final de su segundo mandato en 1988: “Un año después de la visita de Reagan a Moscú y, más importante, cuatro años después de que el reformista Gorbachev asumiera el poder en la Unión Soviética, revoluciones pacíficas en el este de Europa terminaron con el control soviético. Dos años después de esto, la misma Unión Soviética fue disuelta.”

El Castrismo sigue irrespetando un verdadero Estado de Derecho donde no existe la libertad individual, el derecho a la propiedad y sobretodo la vida humana. Quienes piensan diferente al régimen y a la Revolución han sido encarcelados y en unos simulacros de juicios algunos fueron condenados a más de 20 años de cárcel, otros incluso fueron condenados a muerte. Los arrestos siguen estando al orden del día. Al llegar Obama a Cuba varios opositores disidentes y las famosas Damas de blanco fueron arrestos aunque los liberaron horas después. En una entrevista a Raúl Castro, un periodista le preguntó por los presos políticos a Raúl Castro quien contesto con todo cinismo que le diera la lista para liberarlos si es que había un solo preso político. No tardó mucho en que en las páginas de las redes sociales comenzara a circular la lista de los presos políticos.

La libertad no es sólo libertad de expresión. La libertad es una sola en indivisible. No puede haber libertad de expresión si no hay libertad económica ni respeto a los derechos individuales. En fin, no hay libertad en Cuba. Un amigo decía que Cuba es como una gran cárcel donde se alfabetiza y se le cuida la salud a los prisioneros. ¡Qué razón tiene! Yo añadiría que Cuba es una dictadura cruel donde no hay ciudadanos libres sino sólo esclavos.

Si Cuba fuera libre todos estaríamos mejores. Los cubanos podrían salir y entrar de la Isla cuando quieran, producirían riqueza en abundancia para ellos y para los demás países con quienes hagan negocios empezando con los de mayor cercanía. Podrían formar las familias a su modo sin la injerencia estatal, escribir contra sus gobernantes sin temor a represalias, formar partidos políticos, escoger su religión y ejercerla sin presiones, escoger la educación que quieran dar a sus hijos sin que sean indoctrinados, escoger sus trabajos y su futuro. La zona del Caribe se volvería más rica. La libertad implicaría la defensa de los derechos individuales mediante un verdadero Estado de Derecho que garantice la vida, la libertad y la propiedad. Seguramente que Estados Unidos de América sería su principal socio comercial y dejaría de ser su principal chivo expiatorio. ¿Cómo es posible que cualquier cosa que pasa en la Dictadura Castrista es culpa de Estados Unidos?

Quienes sufrirían son todos los frustrados admiradores y vividores del nefasto régimen que siempre viven soñando con una utopía similar para los demás países de Latinoamérica y Europa. La lucha ideológica en la región bajaría de tono.

Si Cuba fuera libre todos estaríamos mucho mejor. Es increíble cómo un régimen puede durar tanto a base de opresión y terror. Ojalá que esto esté por finalizar. Aires de libertad están por venir. Estoy de acuerdo con Ron Paul cuando comentó que a pesar de todo comenta que “Creo que las cosas están cambiando para mejorar”.

Pero no hay que olvidar la historia. Todos esos asesinatos que el régimen cometió no deben quedar impunes. ¿Por qué la izquierda y los fanáticos de ese régimen ignoran estos aspectos pero cuando se trata de otros conflictos que se han dado en el resto del mundo son los primeros en condenarlos? Es una gran inconsistencia.

Alejandro Chafuen escribió en Forbes el pasado martes 22 de marzo un artículo titulado “Lo siento, Obama: Las fotos no liberan a Cuba” siendo muy escéptico de la visita reciente de Obama a la isla. Critica a Obama en el sentido de olvidar el pasado cuando dijo que “Conozco la historia, pero me rehúso a quedar atrapado por ella” pero Chafen advierte que “borrar de la memoria el largo historial de abusos de los derechos humanos en Cuba y su apoyo al terrorismo fuera de sus fronteras puede tener peligrosas consecuencias hoy y en el futuro”

Chafen nos trae a la realidad de lo que pasa al recordarnos la historia reciente desde que comenzó la apertura de Obama: “Hemos visto poco o ninguna mejora en las condiciones y derechos de los cubanos desde el 17 de diciembre de 2014, cuando los gobiernos de Estados Unidos de América y Cuba anunciaron la decisión de reestablecer las relaciones diplomáticas. Una vez que la decisión fue tomada (después de 18 meses de negociaciones secretas), la re-apertura de embajadas y la visita presidencial ocurrieron sin sorpresa. Pero lo que ha sido sorprendente es que poco ha pedido el gobierno de Estados Unidos a cambio – no solo por las propiedades de los americanos que fueron expropiadas sino por los derechos humanos de los cubanos.”

Sea como sea, aunque detesto el régimen castrista, tengo la esperanza que las cosas cambien en Cuba. Insisto en que considero que se perdió una gran oportunidad de pedir más libertad y la irrestricta defensa de los derechos individuales de los cubanos. Aun así, las cosas pueden cambiar. Tal vez hace falta que ya no estén los hermanos Castro para que los cambios se den profundamente en la Isa. Ojalá sea antes.

Cuba y la visita de Obama

Ramon Parellada
25 de marzo, 2016

Es difícil para mí, escribir sin pasión y sentimientos sobre Cuba pues he visto el sufrimiento de los cubanos en mi familia ya que mi madre es cubana. He visto como a familiares y amigos les confiscaron sus pertenencias, les quitaron sus propiedades, sus libertades e indoctrinaron a sus hijos. He visto como parte de la familia quedó en Cuba y otros emigraron como pudieron, sin nada, a Estados Unidos que les acogió y pudieron hacer sus vidas de nuevo gracias a ese sistema capitalista que defiende los derechos individuales a la vida, la libertad y la propiedad, cosa que en Cuba brilla por su ausencia. Es difícil hablar de una Cuba libre cuando he visto de primera mano todo ese sufrimiento.

Sin embargo, trataré de ser lo más objetivo posible. Creo que la visita de Obama a Cuba y el acercamiento puede llegar a ser positiva. Lamento que Obama no fuera más contundente al hablar de libertad y derechos humanos ante ese cruel, explotador y dictatorial régimen Castrista. Debió haber hablado de libertad, de la devolución de la propiedad a sus legítimos dueños y del respeto a la vida de las personas. Siento que esta visita de Obama a Cuba cayó dentro de lo políticamente correcto pero se perdió esa gran oportunidad como cuando Reagan visitó la Unión Soviética y no dejó de hablar de estos temas.

Siempre he defendido el libre comercio y he criticado el embargo porque creo que más hubiera hecho en favor del pueblo cubano (no del gobierno dictarorial) el que las personas hubieran podido tener acceso a miles de productos de baratos con Estados Unidos y muchos otros países que un ridículo embargo que sólo encareció el comercio con otros países que aprovecharon la situación. Además, el embargo le dio la excusa perfecta al nefasto régimen castrista para seguir justificando el control y dominio de los cubanos, manteniéndolos esclavos de los hermanos Castro y otros vividores de ese malévolo gobierno.

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David Boaz, vicepresidente del Cato Institute escribió el 18 de marzo un artículo titulado “Guía para Obama en su viaje a Cuba: el viaje de Reagan a Rusia” en el que recomendaba a Obama que debería decir en su visita histórica a la isla recordando los resultados de la visita de Reagan a Rusia al final de su segundo mandato en 1988: “Un año después de la visita de Reagan a Moscú y, más importante, cuatro años después de que el reformista Gorbachev asumiera el poder en la Unión Soviética, revoluciones pacíficas en el este de Europa terminaron con el control soviético. Dos años después de esto, la misma Unión Soviética fue disuelta.”

El Castrismo sigue irrespetando un verdadero Estado de Derecho donde no existe la libertad individual, el derecho a la propiedad y sobretodo la vida humana. Quienes piensan diferente al régimen y a la Revolución han sido encarcelados y en unos simulacros de juicios algunos fueron condenados a más de 20 años de cárcel, otros incluso fueron condenados a muerte. Los arrestos siguen estando al orden del día. Al llegar Obama a Cuba varios opositores disidentes y las famosas Damas de blanco fueron arrestos aunque los liberaron horas después. En una entrevista a Raúl Castro, un periodista le preguntó por los presos políticos a Raúl Castro quien contesto con todo cinismo que le diera la lista para liberarlos si es que había un solo preso político. No tardó mucho en que en las páginas de las redes sociales comenzara a circular la lista de los presos políticos.

La libertad no es sólo libertad de expresión. La libertad es una sola en indivisible. No puede haber libertad de expresión si no hay libertad económica ni respeto a los derechos individuales. En fin, no hay libertad en Cuba. Un amigo decía que Cuba es como una gran cárcel donde se alfabetiza y se le cuida la salud a los prisioneros. ¡Qué razón tiene! Yo añadiría que Cuba es una dictadura cruel donde no hay ciudadanos libres sino sólo esclavos.

Si Cuba fuera libre todos estaríamos mejores. Los cubanos podrían salir y entrar de la Isla cuando quieran, producirían riqueza en abundancia para ellos y para los demás países con quienes hagan negocios empezando con los de mayor cercanía. Podrían formar las familias a su modo sin la injerencia estatal, escribir contra sus gobernantes sin temor a represalias, formar partidos políticos, escoger su religión y ejercerla sin presiones, escoger la educación que quieran dar a sus hijos sin que sean indoctrinados, escoger sus trabajos y su futuro. La zona del Caribe se volvería más rica. La libertad implicaría la defensa de los derechos individuales mediante un verdadero Estado de Derecho que garantice la vida, la libertad y la propiedad. Seguramente que Estados Unidos de América sería su principal socio comercial y dejaría de ser su principal chivo expiatorio. ¿Cómo es posible que cualquier cosa que pasa en la Dictadura Castrista es culpa de Estados Unidos?

Quienes sufrirían son todos los frustrados admiradores y vividores del nefasto régimen que siempre viven soñando con una utopía similar para los demás países de Latinoamérica y Europa. La lucha ideológica en la región bajaría de tono.

Si Cuba fuera libre todos estaríamos mucho mejor. Es increíble cómo un régimen puede durar tanto a base de opresión y terror. Ojalá que esto esté por finalizar. Aires de libertad están por venir. Estoy de acuerdo con Ron Paul cuando comentó que a pesar de todo comenta que “Creo que las cosas están cambiando para mejorar”.

Pero no hay que olvidar la historia. Todos esos asesinatos que el régimen cometió no deben quedar impunes. ¿Por qué la izquierda y los fanáticos de ese régimen ignoran estos aspectos pero cuando se trata de otros conflictos que se han dado en el resto del mundo son los primeros en condenarlos? Es una gran inconsistencia.

Alejandro Chafuen escribió en Forbes el pasado martes 22 de marzo un artículo titulado “Lo siento, Obama: Las fotos no liberan a Cuba” siendo muy escéptico de la visita reciente de Obama a la isla. Critica a Obama en el sentido de olvidar el pasado cuando dijo que “Conozco la historia, pero me rehúso a quedar atrapado por ella” pero Chafen advierte que “borrar de la memoria el largo historial de abusos de los derechos humanos en Cuba y su apoyo al terrorismo fuera de sus fronteras puede tener peligrosas consecuencias hoy y en el futuro”

Chafen nos trae a la realidad de lo que pasa al recordarnos la historia reciente desde que comenzó la apertura de Obama: “Hemos visto poco o ninguna mejora en las condiciones y derechos de los cubanos desde el 17 de diciembre de 2014, cuando los gobiernos de Estados Unidos de América y Cuba anunciaron la decisión de reestablecer las relaciones diplomáticas. Una vez que la decisión fue tomada (después de 18 meses de negociaciones secretas), la re-apertura de embajadas y la visita presidencial ocurrieron sin sorpresa. Pero lo que ha sido sorprendente es que poco ha pedido el gobierno de Estados Unidos a cambio – no solo por las propiedades de los americanos que fueron expropiadas sino por los derechos humanos de los cubanos.”

Sea como sea, aunque detesto el régimen castrista, tengo la esperanza que las cosas cambien en Cuba. Insisto en que considero que se perdió una gran oportunidad de pedir más libertad y la irrestricta defensa de los derechos individuales de los cubanos. Aun así, las cosas pueden cambiar. Tal vez hace falta que ya no estén los hermanos Castro para que los cambios se den profundamente en la Isa. Ojalá sea antes.

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