La humanidad ha logrado enviar un robot explorador a Marte, encontrado una vacuna contra el Sida, operar el cerebro y el corazón con métodos poco invasivos, arreglar problemas en órganos internos con heridas insignificantes, avanzado en las exploraciones de nuestro océano, descubierto que existen partículas aún más pequeñas que los protones y los neutrones. Tenemos guatemaltecos que han llegado a trabajar en la NASA, inventado cosas útiles a la humanidad (como la Incaparina, o Duolingo), que han influenciado grandes corporaciones como McDonalds. Sin embargo, no hay forma que logremos enderezar al gobierno.
Los Estados Unidos están en una crisis política de polarización sin precedentes, entre candidatos extremos, que con frecuencia resultan risibles. A la cabeza están, uno que quisiera amurallar todo su país, y no dejar entrar más gente en busca del sueño americano; y otro que viaja en avión privado, pero odia al sector productivo, que ve como fuente de todos los males. Le siguen uno que habla con lógica pero miente sobre cosas elementales, y otra que no sólo miente sobre varias cosas sino que cuando en el poder logró ofender al Primer Ministro, al gobierno y al pueblo de una nación aliada a la suya, y que cree que a los terroristas los debe uno tratar con ternura. O sea, un panorama electoral preocupante. Ah, pero insisten en dirigir nuestra política interna, porque vivimos con la mano extendida, siempre pidiendo algo.
Europa no se queda atrás. Crisis político-partidista y de liderazgo en casi todos los países. Una crisis económica severa, especialmente en los mediterráneos. Enfrenta una emergencia migratoria dantesca que no logran siquiera afrontar eficazmente por la confrontación entre los políticamente correctos y los que la ven como una grave amenaza. Es así que en el paraíso de los derechos humanos, los inmigrantes siguen multiplicándose cual cuyos, con todo gratis, gracias a los impuestos que pagan los ciudadanos. Me consta, por ejemplo, que ancianos pensionados en Italia, sobreviven con míseros Euro 400 mensuales, comiendo latitas de comida de gato vencidas. Ah, pero insisten en decirnos como debemos administrar nuestra propia casa.
He leído tantas críticas al Presidente Jimmy Morales, aunque no tiene ni 100 días en el poder. Pocos admiten que si bien ha tenido desaciertos, está dando un ejemplo de humanidad, de conciencia y de civismo a los burócratas que trabajan para nosotros, para el pueblo, al donar una buena parte de su salario mensual a varias causas más que nobles. El Presidente Morales donó el 60% de su sueldo a las siguientes entidades: Escuela de Artes de Comalapa, Proyecto en la Empresa Portuaria de Champerico, a una fundación en Petén y a una escuela pública. Me pregunto ¿cuántos Ministros y diputados lo imitarán?
Pero como podemos pedirle peras al Olmo, cuando nuestros políticos son un reflejo de nuestra sociedad, nos guste o no. Si no logramos que la mayoría de las personas entiendan que no se debe botar basura en la calle, que el chicle va depositado en el basurero, que no deben bocinar o manejar como energúmenos, que debemos cuidar del medio ambiente, que las reglas van respetadas nos gusten o no, que las buenas maneras son esenciales para vivir en una sociedad pacífica, que el país no necesita más criticones y que si tanto le molesta todo pues haga algo por cambiarlo, y que es mejor ser pobre pero libre que rico y vivir como un topo, ¿cómo esperamos que nuestros diputados, nuestros burócratas y nuestros políticos entiendan que el bien común es la meta de su actuar y no nada más el engrosar su propia pecunia?
Este fin de semana se destapó la olla de la Línea 2. Aceros de Guatemala está en la mira, y a raíz de ello, todo el sector privado está siendo criticado en las redes por esa bien afinada orquesta de la izquierda. Vuelvo y repito, que bien organizados están que de un caso se agarran todos los parásitos y resentidos sociales para decir oprobios (y groserías) contra el sector productivo. No me refiero a las críticas constructivas, me refiero a esas ponzoñosas que sólo destilan resentimiento. Si Aceros de Guatemala procedió incorrectamente, debe sin duda afrontar las consecuencias. Sin embargo, la CICIG, los de la Reforma y todos los parásitos que viven de las donaciones porque producir algo corriendo riesgos como cualquier empresario es impensable, debieran recordar que sin sector productivo el país se muere. Si señores, se muere. Una nación no es fuerte por tener un gobierno a la Leviatán y un sector productivo en llamas, una nación es fuerte por tener un sector productivo pujante y un gobierno pequeño pero eficiente.
Digamos la verdad. Ni usted ni yo, hemos tenido fe en que los impuestos que pagamos, porque muchos sí pagamos, fueran utilizados adecuadamente por el fisco. En el 2015 vimos que esa sospecha era más que justificada cuando se destapó la olla de grillos de la Línea 1. La evasión fiscal, si bien ilegal y no justificable, tiene pues un trasfondo lógico. Para dar un ejemplo elemental, es como si uno le esconde a su mamá alcohólica y drogadicta que le pagaron en su trabajito en la tienda, porque sabe que si esa madre poco respetable se entera que tiene 100 pesos en la bolsa, se los quita al hijo para usarlos en droga y alcohol en lugar de pagar el recibo de la luz o comprar alimentos. El Presidente debiera decretar una amnistía para que las empresas sanen sus cuentas con el fisco, recaudaría con ello los fondos que necesita para operar como se debe, especialmente ahora que la fiscalización y la transparencia están a la orden del día, y el sector privado demostraría tener mayor buena fe en este gobierno. Otro gallo nos cantara si todos hacemos nuestra parte con buena fe, con honestidad y con honor
La humanidad ha logrado enviar un robot explorador a Marte, encontrado una vacuna contra el Sida, operar el cerebro y el corazón con métodos poco invasivos, arreglar problemas en órganos internos con heridas insignificantes, avanzado en las exploraciones de nuestro océano, descubierto que existen partículas aún más pequeñas que los protones y los neutrones. Tenemos guatemaltecos que han llegado a trabajar en la NASA, inventado cosas útiles a la humanidad (como la Incaparina, o Duolingo), que han influenciado grandes corporaciones como McDonalds. Sin embargo, no hay forma que logremos enderezar al gobierno.
Los Estados Unidos están en una crisis política de polarización sin precedentes, entre candidatos extremos, que con frecuencia resultan risibles. A la cabeza están, uno que quisiera amurallar todo su país, y no dejar entrar más gente en busca del sueño americano; y otro que viaja en avión privado, pero odia al sector productivo, que ve como fuente de todos los males. Le siguen uno que habla con lógica pero miente sobre cosas elementales, y otra que no sólo miente sobre varias cosas sino que cuando en el poder logró ofender al Primer Ministro, al gobierno y al pueblo de una nación aliada a la suya, y que cree que a los terroristas los debe uno tratar con ternura. O sea, un panorama electoral preocupante. Ah, pero insisten en dirigir nuestra política interna, porque vivimos con la mano extendida, siempre pidiendo algo.
Europa no se queda atrás. Crisis político-partidista y de liderazgo en casi todos los países. Una crisis económica severa, especialmente en los mediterráneos. Enfrenta una emergencia migratoria dantesca que no logran siquiera afrontar eficazmente por la confrontación entre los políticamente correctos y los que la ven como una grave amenaza. Es así que en el paraíso de los derechos humanos, los inmigrantes siguen multiplicándose cual cuyos, con todo gratis, gracias a los impuestos que pagan los ciudadanos. Me consta, por ejemplo, que ancianos pensionados en Italia, sobreviven con míseros Euro 400 mensuales, comiendo latitas de comida de gato vencidas. Ah, pero insisten en decirnos como debemos administrar nuestra propia casa.
He leído tantas críticas al Presidente Jimmy Morales, aunque no tiene ni 100 días en el poder. Pocos admiten que si bien ha tenido desaciertos, está dando un ejemplo de humanidad, de conciencia y de civismo a los burócratas que trabajan para nosotros, para el pueblo, al donar una buena parte de su salario mensual a varias causas más que nobles. El Presidente Morales donó el 60% de su sueldo a las siguientes entidades: Escuela de Artes de Comalapa, Proyecto en la Empresa Portuaria de Champerico, a una fundación en Petén y a una escuela pública. Me pregunto ¿cuántos Ministros y diputados lo imitarán?
Pero como podemos pedirle peras al Olmo, cuando nuestros políticos son un reflejo de nuestra sociedad, nos guste o no. Si no logramos que la mayoría de las personas entiendan que no se debe botar basura en la calle, que el chicle va depositado en el basurero, que no deben bocinar o manejar como energúmenos, que debemos cuidar del medio ambiente, que las reglas van respetadas nos gusten o no, que las buenas maneras son esenciales para vivir en una sociedad pacífica, que el país no necesita más criticones y que si tanto le molesta todo pues haga algo por cambiarlo, y que es mejor ser pobre pero libre que rico y vivir como un topo, ¿cómo esperamos que nuestros diputados, nuestros burócratas y nuestros políticos entiendan que el bien común es la meta de su actuar y no nada más el engrosar su propia pecunia?
Este fin de semana se destapó la olla de la Línea 2. Aceros de Guatemala está en la mira, y a raíz de ello, todo el sector privado está siendo criticado en las redes por esa bien afinada orquesta de la izquierda. Vuelvo y repito, que bien organizados están que de un caso se agarran todos los parásitos y resentidos sociales para decir oprobios (y groserías) contra el sector productivo. No me refiero a las críticas constructivas, me refiero a esas ponzoñosas que sólo destilan resentimiento. Si Aceros de Guatemala procedió incorrectamente, debe sin duda afrontar las consecuencias. Sin embargo, la CICIG, los de la Reforma y todos los parásitos que viven de las donaciones porque producir algo corriendo riesgos como cualquier empresario es impensable, debieran recordar que sin sector productivo el país se muere. Si señores, se muere. Una nación no es fuerte por tener un gobierno a la Leviatán y un sector productivo en llamas, una nación es fuerte por tener un sector productivo pujante y un gobierno pequeño pero eficiente.
Digamos la verdad. Ni usted ni yo, hemos tenido fe en que los impuestos que pagamos, porque muchos sí pagamos, fueran utilizados adecuadamente por el fisco. En el 2015 vimos que esa sospecha era más que justificada cuando se destapó la olla de grillos de la Línea 1. La evasión fiscal, si bien ilegal y no justificable, tiene pues un trasfondo lógico. Para dar un ejemplo elemental, es como si uno le esconde a su mamá alcohólica y drogadicta que le pagaron en su trabajito en la tienda, porque sabe que si esa madre poco respetable se entera que tiene 100 pesos en la bolsa, se los quita al hijo para usarlos en droga y alcohol en lugar de pagar el recibo de la luz o comprar alimentos. El Presidente debiera decretar una amnistía para que las empresas sanen sus cuentas con el fisco, recaudaría con ello los fondos que necesita para operar como se debe, especialmente ahora que la fiscalización y la transparencia están a la orden del día, y el sector privado demostraría tener mayor buena fe en este gobierno. Otro gallo nos cantara si todos hacemos nuestra parte con buena fe, con honestidad y con honor