Cayó el Presidente Constitucionalmente electo de la República, cayó la Vicepresidenta de la República, están cayendo Diputados del Congreso Nacional, empresarios, y hasta el infame Secretario Privado de la Presidencia de la UNE. El pueblo dio un NO rotundo a las dos serpientes peteneras que trataron de comprar su voto, y en cambio, eligió a una persona nueva, sin llaveritos que le cuelguen, para dirigir nuestros destinos en los próximos cuatro años.
Me da la impresión, y espero tanto no equivocarme, que todos los guatemaltecos estamos cada día más y más conscientes que debemos proceder correctamente, o nos lleva el chanfle a nosotros también. Esa actitud, me auguro se disemine hasta que todos y cada uno de los estudiantes en todos y cada uno de los centros de formación del país asimilen que deben aprender a jugar limpio, a respetar las reglas y las leyes. Siempre decimos que deseamos dejar un mejor planeta a nuestros hijos. Es hora de mentalizar que también debemos dejar mejores hijos a nuestro planeta.
Se aproxima la Navidad, una de las épocas más lindas del año, cuando el espíritu de la Navidad debiera llenarnos a todos de gozo. Tengo el presentimiento que este año, los guatemaltecos entraremos a esa etapa del año con corazones más livianos, mentes más positivas, ánimos más rectos. Me encantaría que fuera así para la gran mayoría, y que independientemente de las procesiones que podamos llevar dentro, logremos como el pequeño Tim de Un Cuento de Navidad, sonreír y celebrar con el corazón lleno de gozo. Que todos tengan su tamalito, su ponche, su comidita rica. Que nos organicemos para llevarla a quienes sabemos que no lograrán esa bendición por sí solos.
Visualicemos la Guatemala que deseamos, y trabajemos juntos para formarla. Creo que esa es la clave de todo. Voluntad, es la palabra mágica. Si vamos con paso firme, poco a poco lograremos construir las bases sobre las cuales edificar la nación que soñamos.
En lo personal, visualizo una Guatemala próspera, con empleo justo para todos, donde la gente trabaje la tierra, las artesanías, la industria y los servicios en todas sus formas, con una sonrisa, con orgullo, con afán de hacer las cosas bien. Que nuestro talento y mano de obra deje de emigrar porque encuentre un futuro en su terruño. Una Guatemala honesta, donde podamos comerciar y negociar con ética, donde salgamos a la calle sin temor, donde los autobuseros puedan circular y prestar su servicio serenamente, donde las maras dejen de existir, donde los narcos ya no encuentren quorum. Una Guatemala donde los servidores públicos, sirvan al público como Dios manda. Una Guatemala donde los guatemaltecos cuiden su riqueza natural y no tiren ni el chicle a la calle. Sueño con una Guatemala donde podamos explotar nuestra inspiración creativa al máximo, generar empleo, crear, producir y crecer en paz.
Pero para lograr esa Guatemala, debemos cuidar celosamente nuestra libertad, nuestra democracia, fortalecer las instituciones del Estado, limpiar la clase política y el Congreso. Debemos apoyar e incentivar al nuevo Presidente para que se circunde de gente idónea, y pueda con ellos, hacer un buen gobierno. La tarea será ardua, el camino empedrado y lleno de agujeros, pero no imposible de superar.
Si comparte mi visión, unámonos. Trabajando juntos, podemos lograrlo. Recuerde que ¡los buenos somos más!
Cayó el Presidente Constitucionalmente electo de la República, cayó la Vicepresidenta de la República, están cayendo Diputados del Congreso Nacional, empresarios, y hasta el infame Secretario Privado de la Presidencia de la UNE. El pueblo dio un NO rotundo a las dos serpientes peteneras que trataron de comprar su voto, y en cambio, eligió a una persona nueva, sin llaveritos que le cuelguen, para dirigir nuestros destinos en los próximos cuatro años.
Me da la impresión, y espero tanto no equivocarme, que todos los guatemaltecos estamos cada día más y más conscientes que debemos proceder correctamente, o nos lleva el chanfle a nosotros también. Esa actitud, me auguro se disemine hasta que todos y cada uno de los estudiantes en todos y cada uno de los centros de formación del país asimilen que deben aprender a jugar limpio, a respetar las reglas y las leyes. Siempre decimos que deseamos dejar un mejor planeta a nuestros hijos. Es hora de mentalizar que también debemos dejar mejores hijos a nuestro planeta.
Se aproxima la Navidad, una de las épocas más lindas del año, cuando el espíritu de la Navidad debiera llenarnos a todos de gozo. Tengo el presentimiento que este año, los guatemaltecos entraremos a esa etapa del año con corazones más livianos, mentes más positivas, ánimos más rectos. Me encantaría que fuera así para la gran mayoría, y que independientemente de las procesiones que podamos llevar dentro, logremos como el pequeño Tim de Un Cuento de Navidad, sonreír y celebrar con el corazón lleno de gozo. Que todos tengan su tamalito, su ponche, su comidita rica. Que nos organicemos para llevarla a quienes sabemos que no lograrán esa bendición por sí solos.
Visualicemos la Guatemala que deseamos, y trabajemos juntos para formarla. Creo que esa es la clave de todo. Voluntad, es la palabra mágica. Si vamos con paso firme, poco a poco lograremos construir las bases sobre las cuales edificar la nación que soñamos.
En lo personal, visualizo una Guatemala próspera, con empleo justo para todos, donde la gente trabaje la tierra, las artesanías, la industria y los servicios en todas sus formas, con una sonrisa, con orgullo, con afán de hacer las cosas bien. Que nuestro talento y mano de obra deje de emigrar porque encuentre un futuro en su terruño. Una Guatemala honesta, donde podamos comerciar y negociar con ética, donde salgamos a la calle sin temor, donde los autobuseros puedan circular y prestar su servicio serenamente, donde las maras dejen de existir, donde los narcos ya no encuentren quorum. Una Guatemala donde los servidores públicos, sirvan al público como Dios manda. Una Guatemala donde los guatemaltecos cuiden su riqueza natural y no tiren ni el chicle a la calle. Sueño con una Guatemala donde podamos explotar nuestra inspiración creativa al máximo, generar empleo, crear, producir y crecer en paz.
Pero para lograr esa Guatemala, debemos cuidar celosamente nuestra libertad, nuestra democracia, fortalecer las instituciones del Estado, limpiar la clase política y el Congreso. Debemos apoyar e incentivar al nuevo Presidente para que se circunde de gente idónea, y pueda con ellos, hacer un buen gobierno. La tarea será ardua, el camino empedrado y lleno de agujeros, pero no imposible de superar.
Si comparte mi visión, unámonos. Trabajando juntos, podemos lograrlo. Recuerde que ¡los buenos somos más!