Ringo Starr cumple 80 años, ES LA HISTORIA URBANA DE JOSÉ VICENTE SOLÓRZANO AGUILAR.
Orígenes
El niño que nació el 7 de julio de 1940 en el número 9 de Madryn Street, Liverpool 8, sobrevivió a los bombardeos que asolaron la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial, cortesía de la fuerza aérea alemana. Recuerda que su padre era panadero y abandonó el hogar hacia 1943; su mamá volvió a casarse hasta 1956.
A los seis años y medio se le reventó el apéndice. Contrajo peritonitis, lo operaron de emergencia y tres veces salieron a avisarle a la madre que no llegaría vivo al amanecer. Su convalecencia demoró dos años.
Nunca terminó la escuela y aprendió a leer hasta los nueve años. Todavía comete faltas de ortografía al escribir, pues sólo capta la fonética del inglés. A los 13 se sintió atraído por el sonido de los tambores y comenzó a tocarlos durante su segunda hospitalización, debida a la tuberculosis.
En 1957 debutó con el Eddie Clayton Skiffle Group y se hizo profesional como parte del combo Rory Storm & The Hurricanes. Al elegir su nombre artístico pensó en el apodo que se ganó por su afición a los anillos («hey Rings», lo saludaban), y redujo su apellido a una sílaba para que sonara bien.
En el registro civil, su documento de identidad, su pasaporte, su licencia de conducir y su permiso de residencia en Estados Unidos aparece como Richard Starkey. En los créditos de los discos que grabó, las películas donde participó, en decenas de reportajes periodísticos y reseñas, incluso en las enciclopedias, siempre lo mencionan como Ringo Starr y el martes 7 de julio de 2020 cumplirá la redonda cifra de 80 años.
El músico
Los críticos de Ringo Starr aseguran que es un baterista plano y simple. No le conceden mérito, por ínfimo que sea; dicen que una cosa es caerle simpático a todo el mundo y otra su habilidad para mantener el tiempo de las canciones.
Si este criterio prevalece, podemos suponer que en todo el puerto de Liverpool y a orillas del río Mersey no había un solo baterista decente allá por 1962.
Cuando se plantearon la búsqueda de un reemplazo –el productor George Martin llamó aparte a John Lennon, Paul McCartney y George Harrison para decirles que no se sentía contento con el desempeño de Pete Best, quien formaba parte del cuarteto desde 1960–, los demás Beatles coincidieron en que necesitaban a Ringo Starr.
Al conocerlo, Ringo recibía paga semanal como parte de Rory Storm & The Hurricanes y tenía su propio carro, aunque fuera usado.
En las noches de Hamburgo se sentaba en un rincón de la Kaiserkeller para pedirles que tocaran sus canciones favoritas de blues, y no dejaba de intimidarles su aspecto: Ringo se dejaba la barba y cultivaba su imagen de tipo duro.
La relación se consolidó en los escenarios de Liverpool: Ringo solía descargar con la banda en ausencia de Pete Best; pronto captaron la diferencia de talante y talento.
«Cuando terminábamos nuestra actuación, Pete se iba por su cuenta y nosotros tres salíamos juntos. Cuando Ringo nos acompañaba, teníamos la sensación de que ser un grupo completo, tanto fuera como sobre el escenario. Cuando nos reuníamos los cuatro con Ringo, sentíamos ganas de tocar rock and roll», comentó George Harrison.
Y no se dijo más. Ringo recibió la invitación de unirse a los Beatles en agosto de 1962, con la condición de afeitarse y cambiarse de peinado; el manager Brian Epstein pasó apuros para anunciarle a Best que estaba despedido.
Aún así, a Ringo le dieron portazo cuando se presentó todo ilusionado a las oficinas del sello EMI en Londres.
El productor George Martin volvió a llevar aparte a John Lennon, Paul McCartney y George Harrison para declararles su insatisfacción con Ringo, poco habituado al trabajo en estudio, y contrató al baterista Andy White para completar el primer sencillo del grupo: «Love Me Do»/«P.S. I Love You».
A Ringo le dejó sonar la pandereta en la primera canción y las maracas en la segunda.
Pero retuvo el puesto, llegó a sincronizarse en el estudio y dio su aporte al sonido de la banda. «Yo sólo tengo una norma, que es tocar con el cantante. Si el cantante está cantando no hay que hacer nada, tan sólo seguirle. Si se me escucha tocar, intento convertirme en un instrumento, transmitir el talante de la canción», afirmó.
Por eso terminó con los dedos ampollados al final de «Helter Skelter», se centró en un beat hipnótico para acompañar el efecto estilo Dalai Lama dirigiéndose a sus monjes desde lo alto de la montaña nevada en «Tomorrow Never Knows».
Ganó intensidad a los parches mientras McCartney emuló el registro de Little Richard, Lennon y Harrison se intercambiaron los solos de guitarra y Martin se unió al piano para completar el frenesí de «Long Tall Sally» captado en una sola toma.
«Mis dos baterías preferidos son Jim Keltner y Charlie Watts. Buddy Rich y Ginger Baker y todos esos grandes baterías son muy rápidos pero no me emocionan tanto porque se dedican a cosas complicadas. Me gusta que la batería se toque de forma consistente y no recargada», subrayó. Y bien podría ser el lema en su escudo de armas.
El intérprete
Ringo tuvo gusto por las canciones románticas que escuchó en su niñez y se aficionó a la música country en su juventud; incluso se planteó emigrar a Estados Unidos y establecerse en Texas, la tierra del bluesman Lightnin’ Hopkins.
Por eso no debe extrañar que se diera gusto al elegir el repertorio estadunidense para los discos que editó en 1970: Sentimental Journey y A Beaucoups of Blues, considerados inferiores a McCartney, All Things Must Pass y John Lennon/Plastic Ono Band.
Al cantar con los Beatles empezó con encargos menores –Lennon desestimó a «I Wanna Be Your Man» como obra de caridad hecha a la carrera para que los Rolling Stones pudieran grabar su segundo sencillo– hasta recibir plenos poderes para hacerse con la primera voz en «Yellow Submarine» y «With a Little Help From My Friends».
Le costó un poquito más como compositor: McCartney se divierte al recordar cierto día que vino Ringo, les presentó un tema producto del empeño de muchas horas de trabajo y resultó el calco exacto de una canción de Bob Dylan. Pero lo siguió intentando y tras un primer tanteo («Don’t Past Me By», The Beatles, 1968) rindió su fruto mejor con la gracia y el colorido infantil de «Octopus’s Garden» (Abbey Road, 1969).
Su carrera solista tuvo subidas y resbalones: llegó a estar en el Top Ten con la difusión que obtuvieron «It Don’t Come Easy», «Back Off Boogaloo», «Photograph» y «Only You».
Logró lo más cercano a una reunión de los Beatles al involucrar a John Lennon y George Harrison en la grabación de «I’m The Greatest».
Le rescindieron contrato con Atlantic Records cuando su larga duración Ringo The 4th (1977) apenas llegó al puesto 162 del listado de la Billboard. Ninguna compañía disquera estadunidense se interesó en distribuir el álbum Old Wave (1983); terminó amparado por las firmas Bellaphon de Alemania Occidental y la filial canadiense de la RCA.
En 1989 salió de gira con la primera All Starr Band, ensamble donde se rotaron músicos como Jack Bruce (Cream), John Entwistle (The Who), Ian Hunter (Mott The Hopple) y Roger Hodgson (Supertramp).
Así como Greg Lake (Emerson, Lake & Palmer), John Waite (The Babys), Colin Hay (Men At Work), Mark Farner (Grand Funk Railroad), Steve Lukather (Toto), Nils Logfren (E Street Band), Joe Walsh (The Eagles) y Gregg Rollie (Santana y Journey).
Cada quien tiene su espacio para tocar las canciones que los hicieron célebres; Ringo se reserva el resto del repertorio, aunque se necesita tener el oído bien entrenado para distinguir su toque entre los aportes de Jim Keltner, Zak Starkey (su hijo mayor), Simon Kirke (Bad Company), Sheila E. (Prince and The Revolution) y Gregg Bissonette (David Lee Roth).
Datos adicionales
Estuvo casado con Maureen Cox de 1965 a 1975. Tuvieron dos varones (Zak y Jason) y una mujer (Lee); su descendencia incluye a ocho nietos y un bisnieto, nacido en 2016.
Intercambió el cielo gris de Londres por el clima soleado de Los Ángeles, estuvo comprometido con la fotógrafa Nancy Lee Andrews y en 1981 firmó su certificado de matrimonio con la actriz Barbara Bach, a quien conoció cuando compartieron elenco en la película Caveman (1981).
Descubrió sus dotes para el cine durante el rodaje de A Hard Day’s Night (1964) y llegó a figurar en cerca de 30 títulos, entre películas, documentales y cameos. Su faceta de fotógrafo aficionado se reveló al publicar el libro Photograph (2015), con decenas de imágenes captadas durante su estancia con los Beatles.
En marzo de 2018 recibió el título de caballero por servicios prestados a la música de manos del príncipe Guillermo, duque de Cambridge.
En lo que va del siglo XXI ha editado ocho discos, desde Ringo Rama (2003; incluye la elegía «Never Without You» dedicada a George Harrison) hasta What’s My Name (2019, con la inclusión de «Grow Old With Me», canción póstuma de John Lennon; Paul McCartney participó en los coros y aportó el sonido de su bajo).
El 7 de julio de 2020 recibirá decenas de videollamadas para felicitarlo por sus 80 años y armará celebración virtual con Paul McCartney, Joe Walsh, Sheryl Crow, Sheila E., Gary Clark Jr. y otros invitados.
Los demás nos uniremos a la fiesta desde lejos y cantaremos «it’s my birthday too, yeah!».
Larga vida a sir Richard Starkey, Member of the British Empire.
Feliz cumpleaños, Ringo.
Bibliografía
VARIOS AUTORES, The Beatles Antología, Ediciones B, Barcelona, segunda reimpresión, diciembre de 2000.
Ringo Starr cumple 80 años, ES LA HISTORIA URBANA DE JOSÉ VICENTE SOLÓRZANO AGUILAR.
Orígenes
El niño que nació el 7 de julio de 1940 en el número 9 de Madryn Street, Liverpool 8, sobrevivió a los bombardeos que asolaron la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial, cortesía de la fuerza aérea alemana. Recuerda que su padre era panadero y abandonó el hogar hacia 1943; su mamá volvió a casarse hasta 1956.
A los seis años y medio se le reventó el apéndice. Contrajo peritonitis, lo operaron de emergencia y tres veces salieron a avisarle a la madre que no llegaría vivo al amanecer. Su convalecencia demoró dos años.
Nunca terminó la escuela y aprendió a leer hasta los nueve años. Todavía comete faltas de ortografía al escribir, pues sólo capta la fonética del inglés. A los 13 se sintió atraído por el sonido de los tambores y comenzó a tocarlos durante su segunda hospitalización, debida a la tuberculosis.
En 1957 debutó con el Eddie Clayton Skiffle Group y se hizo profesional como parte del combo Rory Storm & The Hurricanes. Al elegir su nombre artístico pensó en el apodo que se ganó por su afición a los anillos («hey Rings», lo saludaban), y redujo su apellido a una sílaba para que sonara bien.
En el registro civil, su documento de identidad, su pasaporte, su licencia de conducir y su permiso de residencia en Estados Unidos aparece como Richard Starkey. En los créditos de los discos que grabó, las películas donde participó, en decenas de reportajes periodísticos y reseñas, incluso en las enciclopedias, siempre lo mencionan como Ringo Starr y el martes 7 de julio de 2020 cumplirá la redonda cifra de 80 años.
El músico
Los críticos de Ringo Starr aseguran que es un baterista plano y simple. No le conceden mérito, por ínfimo que sea; dicen que una cosa es caerle simpático a todo el mundo y otra su habilidad para mantener el tiempo de las canciones.
Si este criterio prevalece, podemos suponer que en todo el puerto de Liverpool y a orillas del río Mersey no había un solo baterista decente allá por 1962.
Cuando se plantearon la búsqueda de un reemplazo –el productor George Martin llamó aparte a John Lennon, Paul McCartney y George Harrison para decirles que no se sentía contento con el desempeño de Pete Best, quien formaba parte del cuarteto desde 1960–, los demás Beatles coincidieron en que necesitaban a Ringo Starr.
Al conocerlo, Ringo recibía paga semanal como parte de Rory Storm & The Hurricanes y tenía su propio carro, aunque fuera usado.
En las noches de Hamburgo se sentaba en un rincón de la Kaiserkeller para pedirles que tocaran sus canciones favoritas de blues, y no dejaba de intimidarles su aspecto: Ringo se dejaba la barba y cultivaba su imagen de tipo duro.
La relación se consolidó en los escenarios de Liverpool: Ringo solía descargar con la banda en ausencia de Pete Best; pronto captaron la diferencia de talante y talento.
«Cuando terminábamos nuestra actuación, Pete se iba por su cuenta y nosotros tres salíamos juntos. Cuando Ringo nos acompañaba, teníamos la sensación de que ser un grupo completo, tanto fuera como sobre el escenario. Cuando nos reuníamos los cuatro con Ringo, sentíamos ganas de tocar rock and roll», comentó George Harrison.
Y no se dijo más. Ringo recibió la invitación de unirse a los Beatles en agosto de 1962, con la condición de afeitarse y cambiarse de peinado; el manager Brian Epstein pasó apuros para anunciarle a Best que estaba despedido.
Aún así, a Ringo le dieron portazo cuando se presentó todo ilusionado a las oficinas del sello EMI en Londres.
El productor George Martin volvió a llevar aparte a John Lennon, Paul McCartney y George Harrison para declararles su insatisfacción con Ringo, poco habituado al trabajo en estudio, y contrató al baterista Andy White para completar el primer sencillo del grupo: «Love Me Do»/«P.S. I Love You».
A Ringo le dejó sonar la pandereta en la primera canción y las maracas en la segunda.
Pero retuvo el puesto, llegó a sincronizarse en el estudio y dio su aporte al sonido de la banda. «Yo sólo tengo una norma, que es tocar con el cantante. Si el cantante está cantando no hay que hacer nada, tan sólo seguirle. Si se me escucha tocar, intento convertirme en un instrumento, transmitir el talante de la canción», afirmó.
Por eso terminó con los dedos ampollados al final de «Helter Skelter», se centró en un beat hipnótico para acompañar el efecto estilo Dalai Lama dirigiéndose a sus monjes desde lo alto de la montaña nevada en «Tomorrow Never Knows».
Ganó intensidad a los parches mientras McCartney emuló el registro de Little Richard, Lennon y Harrison se intercambiaron los solos de guitarra y Martin se unió al piano para completar el frenesí de «Long Tall Sally» captado en una sola toma.
«Mis dos baterías preferidos son Jim Keltner y Charlie Watts. Buddy Rich y Ginger Baker y todos esos grandes baterías son muy rápidos pero no me emocionan tanto porque se dedican a cosas complicadas. Me gusta que la batería se toque de forma consistente y no recargada», subrayó. Y bien podría ser el lema en su escudo de armas.
El intérprete
Ringo tuvo gusto por las canciones románticas que escuchó en su niñez y se aficionó a la música country en su juventud; incluso se planteó emigrar a Estados Unidos y establecerse en Texas, la tierra del bluesman Lightnin’ Hopkins.
Por eso no debe extrañar que se diera gusto al elegir el repertorio estadunidense para los discos que editó en 1970: Sentimental Journey y A Beaucoups of Blues, considerados inferiores a McCartney, All Things Must Pass y John Lennon/Plastic Ono Band.
Al cantar con los Beatles empezó con encargos menores –Lennon desestimó a «I Wanna Be Your Man» como obra de caridad hecha a la carrera para que los Rolling Stones pudieran grabar su segundo sencillo– hasta recibir plenos poderes para hacerse con la primera voz en «Yellow Submarine» y «With a Little Help From My Friends».
Le costó un poquito más como compositor: McCartney se divierte al recordar cierto día que vino Ringo, les presentó un tema producto del empeño de muchas horas de trabajo y resultó el calco exacto de una canción de Bob Dylan. Pero lo siguió intentando y tras un primer tanteo («Don’t Past Me By», The Beatles, 1968) rindió su fruto mejor con la gracia y el colorido infantil de «Octopus’s Garden» (Abbey Road, 1969).
Su carrera solista tuvo subidas y resbalones: llegó a estar en el Top Ten con la difusión que obtuvieron «It Don’t Come Easy», «Back Off Boogaloo», «Photograph» y «Only You».
Logró lo más cercano a una reunión de los Beatles al involucrar a John Lennon y George Harrison en la grabación de «I’m The Greatest».
Le rescindieron contrato con Atlantic Records cuando su larga duración Ringo The 4th (1977) apenas llegó al puesto 162 del listado de la Billboard. Ninguna compañía disquera estadunidense se interesó en distribuir el álbum Old Wave (1983); terminó amparado por las firmas Bellaphon de Alemania Occidental y la filial canadiense de la RCA.
En 1989 salió de gira con la primera All Starr Band, ensamble donde se rotaron músicos como Jack Bruce (Cream), John Entwistle (The Who), Ian Hunter (Mott The Hopple) y Roger Hodgson (Supertramp).
Así como Greg Lake (Emerson, Lake & Palmer), John Waite (The Babys), Colin Hay (Men At Work), Mark Farner (Grand Funk Railroad), Steve Lukather (Toto), Nils Logfren (E Street Band), Joe Walsh (The Eagles) y Gregg Rollie (Santana y Journey).
Cada quien tiene su espacio para tocar las canciones que los hicieron célebres; Ringo se reserva el resto del repertorio, aunque se necesita tener el oído bien entrenado para distinguir su toque entre los aportes de Jim Keltner, Zak Starkey (su hijo mayor), Simon Kirke (Bad Company), Sheila E. (Prince and The Revolution) y Gregg Bissonette (David Lee Roth).
Datos adicionales
Estuvo casado con Maureen Cox de 1965 a 1975. Tuvieron dos varones (Zak y Jason) y una mujer (Lee); su descendencia incluye a ocho nietos y un bisnieto, nacido en 2016.
Intercambió el cielo gris de Londres por el clima soleado de Los Ángeles, estuvo comprometido con la fotógrafa Nancy Lee Andrews y en 1981 firmó su certificado de matrimonio con la actriz Barbara Bach, a quien conoció cuando compartieron elenco en la película Caveman (1981).
Descubrió sus dotes para el cine durante el rodaje de A Hard Day’s Night (1964) y llegó a figurar en cerca de 30 títulos, entre películas, documentales y cameos. Su faceta de fotógrafo aficionado se reveló al publicar el libro Photograph (2015), con decenas de imágenes captadas durante su estancia con los Beatles.
En marzo de 2018 recibió el título de caballero por servicios prestados a la música de manos del príncipe Guillermo, duque de Cambridge.
En lo que va del siglo XXI ha editado ocho discos, desde Ringo Rama (2003; incluye la elegía «Never Without You» dedicada a George Harrison) hasta What’s My Name (2019, con la inclusión de «Grow Old With Me», canción póstuma de John Lennon; Paul McCartney participó en los coros y aportó el sonido de su bajo).
El 7 de julio de 2020 recibirá decenas de videollamadas para felicitarlo por sus 80 años y armará celebración virtual con Paul McCartney, Joe Walsh, Sheryl Crow, Sheila E., Gary Clark Jr. y otros invitados.
Los demás nos uniremos a la fiesta desde lejos y cantaremos «it’s my birthday too, yeah!».
Larga vida a sir Richard Starkey, Member of the British Empire.
Feliz cumpleaños, Ringo.
Bibliografía
VARIOS AUTORES, The Beatles Antología, Ediciones B, Barcelona, segunda reimpresión, diciembre de 2000.