Recaudación y fiscalización, la era digital
La Administración Tributaria ha implementado diversas acciones contempladas en su Plan Estratégico Institucional, resultado en una muy buena parte atribuible a las nuevas prácticas de recaudación y fiscalización digital.
Durante los últimos años la Administración Tributaria ha implementado diversas acciones contempladas en su Plan Estratégico Institucional, cuyo pilar a partir del año 2018 es la Facturación Electrónica en Línea -FEL-. La facturación electrónica ha sido utilizada en diferentes fases en la reestructuración de los mecanismos de recaudación de economías cercanas como México y Costa Rica e inicialmente en países como Argentina, Chile y Brasil, que mostraron resultados favorables desde el punto de vista de control y mayor recaudación para fiscal. En el caso de Guatemala, durante el periodo 2021, la recaudación superó la meta programada en un cinco por ciento (5%), resultado en una muy buena parte atribuible a las nuevas prácticas de recaudación y fiscalización digital.
Guatemala se convierte ahora en uno de los países referentes a nivel centroamericano, que está utilizando como plataforma la FEL para la aplicación e implementación general de herramientas con dos enfoques generales: aumento del control a través del acceso a información de las transacciones del contribuyente y optimización de los medios utilizados por contribuyentes para informarse y cumplir.
Ambos enfoques, íntimamente relacionados, nacen de la facturación electrónica, adicionando herramientas como RTU Digital, Declaraguate, Anexo de Precios de Transferencia y dan como resultado la formación del Data Warehouse 1 que permite que la Administración Tributaria recopile y centralice información de los contribuyentes, con el propósito de hacer verificaciones de información más expeditas como: declaración de ventas por contribuyentes emisores de FEL y declaración de esas mismas facturas como compras por el contribuyente receptor, cálculo anticipado de retenciones a efectuar, entre otras. Por otro lado, estas mismas herramientas tienen el objetivo de facilitar la gestión tributaria de los contribuyentes, optimizando y/o erradicando procesos manuales.
Es recomendable que los empresarios y/o encargados de la gestión contable y tributaria de las organizaciones, revisen el estatus actual de sus bases de datos y su capacidad de responder a requerimientos de información con base en FEL, además de revisar sus procesos de control interno fiscal, para asegurar que sus bases contables y tributarias internas, como aquellas que son alimentadas de manera paralela a las de la Administración Tributaria sean consistentes. Lo anterior les permitirá identificar con mayor facilidad: posiciones fiscales de riesgo, inconsistencias probablemente reflejadas en el Data Warehouse de SAT, determinar los controles y encargados clave dentro de la organización y estandarizar-automatizar procesos cíclicos que minimizarán tiempos y contribuirán con el cumplimiento de sus obligaciones.
Nos encontramos ahora presenciando los cimientos de una nueva era en asuntos de recaudación y fiscalización en nuestro país, que nos encaminan hacia procedimientos mucho más avanzados como el llenado automático de las declaraciones de impuestos, defensa y controversia tributaria a través de medios electrónicos y otros como la recuperación de créditos fiscales y el cese de actividades de compañías, por medio de portales digitales, estos dos últimos, que ya en funcionamiento.
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