Cruzar las puertas del Instituto de Recreación de los Trabajadores de la Empresa Privada de Guatemala significa entrar a un atajo a la Felicidar, palpable en cada rincón, en un mundo donde el pasado y el presente se entrelazan junto a recuerdos y risas.
Para muchos visitantes guatemaltecos, como Josué Tuchez y Sofía Marroquín, IRTRA es una cápsula del tiempo que resguarda su infancia y, a la vez, un lugar donde se escriben nuevas historias de Felicidar.
Vuelta a la infancia
Tuchez, de 26 años, ha tenido a Parque Mundo Petapa como un refugio de diversión. “Desde que era pequeño ha sido más que un simple parque de diversiones para mí. Es un espacio donde mi infancia cobra vida y en cada juego la adrenalina se siente a flor de piel”, cuenta con emoción.
Para el estudiante y joven empresario, el parque ofrece emocionantes atracciones y la oportunidad de compartir momentos inolvidables con sus seres queridos.
“La diversión se multiplica cuando ves cómo cada persona vive su propia experiencia: algunos se enfrentan a los juegos con nervios, mientras que otros se suben con valentía a disfrutar y reírse”, comenta, resaltando que cada visita es una aventura única.
Su atracción favorita es el “Rascacielos”. Una torre de 53 metros de altura que desafía su valentía cada vez que la experimenta. “La emoción de subir a lo más alto… Sentir cómo tu estómago se queda atrás, cuando sin aviso vas en caída libre… ¡Es simplemente insuperable!”, asegura.
Josué reconoce que “El Relámpago” —la impresionante montaña rusa del Parque Mundo Petapa y la más rápida de Guatemala— es una experiencia extrema. Su caída desde 22 mts. de altura, que alcanza los 70 km/h, es una de las principales atracciones.
“Tiene el equilibrio perfecto de adrenalina que me encanta. Con giros, vueltas y caídas que te hacen sentir vivo. Lo mejor es que puedes compartirlo con más gente, lo que multiplica las emociones”, expresa.
Hablar de IRTRA es pura diversión, es abrir una puerta a un mundo lleno de colores, emociones y risas. Sin importar las veces, siempre tiene algo nuevo que ofrecer.
La variedad de juegos mecánicos es un abanico de emociones, con opciones para todos los gustos y edades: desde el clásico carrusel para los más pequeños hasta las montañas rusas que ponen a prueba la valentía.
“Cada rincón está diseñado para que la diversión nunca termine. IRTRA sigue siendo, y siempre será, uno de mis lugares favoritos en Guatemala”, finaliza Josué, con una sonrisa.
Diversión familiar
Sofía Marroquín es una joven de 18 años que opina que los parques del IRTRA, en Retalhuleu, son un “portal del tiempo” que la regresa a su niñez. Desde que tiene 10 años, su familia tiene la tradición de visitar los parques una vez al año. “Espero con ansias cada uno. Es un viaje en familia, lleno de risas y juegos”.
Cada visita es una oportunidad para reconectar con la niña interior que solía emocionarse al correr hacia las atracciones de Parque de Diversiones Xetulul o al deslizarse por los toboganes del Parque Acuático Xocomil.
“Definitivamente, este lugar me trae felicidad y paz”, afirma la estudiante universitaria. Destaca la amabilidad del personal y las constantes novedades en el parque hacen que siempre se sienta “como en casa”.
IRTRA es Felicidar
En cada testimonio, en cada sonrisa capturada, se refleja la magia de IRTRA. Es un espacio donde las diferencias se desvanecen y lo único que importa es disfrutar del momento.
La combinación de hospitalidad, innovación y calidad crea un ambiente que invita a todos, desde niños hasta adultos, a ser parte de una experiencia que va más allá de lo cotidiano.
Así, IRTRA es una tierra en donde se puede ser feliz y donde cada visitante, como Josué y Sofía, encuentra un motivo para volver, una y otra vez.
Cruzar las puertas del Instituto de Recreación de los Trabajadores de la Empresa Privada de Guatemala significa entrar a un atajo a la Felicidar, palpable en cada rincón, en un mundo donde el pasado y el presente se entrelazan junto a recuerdos y risas.
Para muchos visitantes guatemaltecos, como Josué Tuchez y Sofía Marroquín, IRTRA es una cápsula del tiempo que resguarda su infancia y, a la vez, un lugar donde se escriben nuevas historias de Felicidar.
Vuelta a la infancia
Tuchez, de 26 años, ha tenido a Parque Mundo Petapa como un refugio de diversión. “Desde que era pequeño ha sido más que un simple parque de diversiones para mí. Es un espacio donde mi infancia cobra vida y en cada juego la adrenalina se siente a flor de piel”, cuenta con emoción.
Para el estudiante y joven empresario, el parque ofrece emocionantes atracciones y la oportunidad de compartir momentos inolvidables con sus seres queridos.
“La diversión se multiplica cuando ves cómo cada persona vive su propia experiencia: algunos se enfrentan a los juegos con nervios, mientras que otros se suben con valentía a disfrutar y reírse”, comenta, resaltando que cada visita es una aventura única.
Su atracción favorita es el “Rascacielos”. Una torre de 53 metros de altura que desafía su valentía cada vez que la experimenta. “La emoción de subir a lo más alto… Sentir cómo tu estómago se queda atrás, cuando sin aviso vas en caída libre… ¡Es simplemente insuperable!”, asegura.
Josué reconoce que “El Relámpago” —la impresionante montaña rusa del Parque Mundo Petapa y la más rápida de Guatemala— es una experiencia extrema. Su caída desde 22 mts. de altura, que alcanza los 70 km/h, es una de las principales atracciones.
“Tiene el equilibrio perfecto de adrenalina que me encanta. Con giros, vueltas y caídas que te hacen sentir vivo. Lo mejor es que puedes compartirlo con más gente, lo que multiplica las emociones”, expresa.
Hablar de IRTRA es pura diversión, es abrir una puerta a un mundo lleno de colores, emociones y risas. Sin importar las veces, siempre tiene algo nuevo que ofrecer.
La variedad de juegos mecánicos es un abanico de emociones, con opciones para todos los gustos y edades: desde el clásico carrusel para los más pequeños hasta las montañas rusas que ponen a prueba la valentía.
“Cada rincón está diseñado para que la diversión nunca termine. IRTRA sigue siendo, y siempre será, uno de mis lugares favoritos en Guatemala”, finaliza Josué, con una sonrisa.
Diversión familiar
Sofía Marroquín es una joven de 18 años que opina que los parques del IRTRA, en Retalhuleu, son un “portal del tiempo” que la regresa a su niñez. Desde que tiene 10 años, su familia tiene la tradición de visitar los parques una vez al año. “Espero con ansias cada uno. Es un viaje en familia, lleno de risas y juegos”.
Cada visita es una oportunidad para reconectar con la niña interior que solía emocionarse al correr hacia las atracciones de Parque de Diversiones Xetulul o al deslizarse por los toboganes del Parque Acuático Xocomil.
“Definitivamente, este lugar me trae felicidad y paz”, afirma la estudiante universitaria. Destaca la amabilidad del personal y las constantes novedades en el parque hacen que siempre se sienta “como en casa”.
IRTRA es Felicidar
En cada testimonio, en cada sonrisa capturada, se refleja la magia de IRTRA. Es un espacio donde las diferencias se desvanecen y lo único que importa es disfrutar del momento.
La combinación de hospitalidad, innovación y calidad crea un ambiente que invita a todos, desde niños hasta adultos, a ser parte de una experiencia que va más allá de lo cotidiano.
Así, IRTRA es una tierra en donde se puede ser feliz y donde cada visitante, como Josué y Sofía, encuentra un motivo para volver, una y otra vez.