El caso IRTRA ofrece una lección valiosa de cómo la felicidad puede —y debe— formar parte del desarrollo estratégico de un país. Un ecosistema más allá de los parques, es una política institucional impulsada desde la empresa privada, con visión a largo plazo, gestión eficiente y propósito social.
Lo que comenzó como un esfuerzo pionero, hoy se traduce en más de 100M de visitantes acumulados en sus parques y hostales. Una red de servicios que trascienden el entretenimiento: se trata de generar felicidad como parte de una política institucional de largo plazo.
Felicidad: ventaja competitiva
En el modelo IRTRA, la felicidad no es un eslogan: es una ventaja estratégica. Al ofrecer a los trabajadores acceso a espacios dignos de descanso, la institución contribuye al equilibrio emocional, estabilidad familiar y motivación laboral, factores cada vez más valorados en la gestión del talento.
Esta visión ha dado lugar a un ecosistema sostenible que mezcla iniciativa privada, enfoque social y desarrollo territorial. Su modelo demuestra que una infraestructura diseñada con propósito puede transformar el bienestar individual en un valor compartido, con retornos tanto sociales como económicos.
Solo en 2024, IRTRA recibió 4.8M de visitantes y generó 15 000 empleos directos e indirectos. Su impacto económico alcanza hasta el 8 % del PIB en municipios como San Martín Zapotitlán.
Una cultura organizacional que produce confianza
Más allá de los bienes tangibles, el activo más poderoso de IRTRA es su cultura. Cada empleado es formado bajo un modelo institucional que prioriza la cortesía, empatía y atención al detalle.
“Desde que entra, el visitante es saludado, y cuando se va, se le despide con un ‘vuelva pronto’”, enfatiza Ricardo Castillo Sinibaldi, presidente de la institución.
Además, los parques están diseñados para la convivencia intergeneracional y libre de riesgos, garantizando un entorno seguro, ordenado y familiar.
Esta filosofía ha convertido a IRTRA en una plataforma de cohesión social, donde las familias acceden a experiencias de calidad, fortaleciendo vínculos y desconectándose de entornos de riesgo.
Recreación con estrategia: inversión social desde la gestión empresarial
Desde su fundación, IRTRA ha articulado una visión que combina el bienestar social con la disciplina de una gestión empresarial. La recreación no es tratada como un fin lúdico, sino como una herramienta estratégica para mejorar la calidad de vida.
“Queríamos demostrar que la empresa privada se preocupa por el trabajador, familias, descanso y bienestar”, afirma Castillo Sinibaldi. Esa convicción se traduce en una experiencia de alto valor para el usuario y se sostiene con una estructura financiera sólida y autonomía operativa.
La institución ha logrado implementar y escalar proyectos de alto impacto, como la renovación del parque Agua Caliente y la ambiciosa renovación del Parque Acuático Xocomil —con una inversión superior a los GTQ 800M— que lo posicionará como el más moderno de Latinoamérica.
IRTRA proyecta nuevas experiencias: un teleférico, una pista de hielo techada, centro de convenciones y hasta un aeropuerto, como parte de su visión para los próximos 10 años, con diseños y estudios ambientales ya en desarrollo.
Una muestra de que, cuando la gestión empresarial se orienta al propósito social, la infraestructura del bienestar es posible, escalable y sostenible.
Castillo Sinibaldi lo resume con claridad empresarial. “Uno tiene que pensar como empresario: que la empresa debe crecer, debe ser honorable, debe ser honesta y creativa. Nosotros seguimos esas normas”, enfatiza.
El caso IRTRA ofrece una lección valiosa de cómo la felicidad puede —y debe— formar parte del desarrollo estratégico de un país. Un ecosistema más allá de los parques, es una política institucional impulsada desde la empresa privada, con visión a largo plazo, gestión eficiente y propósito social.
Lo que comenzó como un esfuerzo pionero, hoy se traduce en más de 100M de visitantes acumulados en sus parques y hostales. Una red de servicios que trascienden el entretenimiento: se trata de generar felicidad como parte de una política institucional de largo plazo.
Felicidad: ventaja competitiva
En el modelo IRTRA, la felicidad no es un eslogan: es una ventaja estratégica. Al ofrecer a los trabajadores acceso a espacios dignos de descanso, la institución contribuye al equilibrio emocional, estabilidad familiar y motivación laboral, factores cada vez más valorados en la gestión del talento.
Esta visión ha dado lugar a un ecosistema sostenible que mezcla iniciativa privada, enfoque social y desarrollo territorial. Su modelo demuestra que una infraestructura diseñada con propósito puede transformar el bienestar individual en un valor compartido, con retornos tanto sociales como económicos.
Solo en 2024, IRTRA recibió 4.8M de visitantes y generó 15 000 empleos directos e indirectos. Su impacto económico alcanza hasta el 8 % del PIB en municipios como San Martín Zapotitlán.
Una cultura organizacional que produce confianza
Más allá de los bienes tangibles, el activo más poderoso de IRTRA es su cultura. Cada empleado es formado bajo un modelo institucional que prioriza la cortesía, empatía y atención al detalle.
“Desde que entra, el visitante es saludado, y cuando se va, se le despide con un ‘vuelva pronto’”, enfatiza Ricardo Castillo Sinibaldi, presidente de la institución.
Además, los parques están diseñados para la convivencia intergeneracional y libre de riesgos, garantizando un entorno seguro, ordenado y familiar.
Esta filosofía ha convertido a IRTRA en una plataforma de cohesión social, donde las familias acceden a experiencias de calidad, fortaleciendo vínculos y desconectándose de entornos de riesgo.
Recreación con estrategia: inversión social desde la gestión empresarial
Desde su fundación, IRTRA ha articulado una visión que combina el bienestar social con la disciplina de una gestión empresarial. La recreación no es tratada como un fin lúdico, sino como una herramienta estratégica para mejorar la calidad de vida.
“Queríamos demostrar que la empresa privada se preocupa por el trabajador, familias, descanso y bienestar”, afirma Castillo Sinibaldi. Esa convicción se traduce en una experiencia de alto valor para el usuario y se sostiene con una estructura financiera sólida y autonomía operativa.
La institución ha logrado implementar y escalar proyectos de alto impacto, como la renovación del parque Agua Caliente y la ambiciosa renovación del Parque Acuático Xocomil —con una inversión superior a los GTQ 800M— que lo posicionará como el más moderno de Latinoamérica.
IRTRA proyecta nuevas experiencias: un teleférico, una pista de hielo techada, centro de convenciones y hasta un aeropuerto, como parte de su visión para los próximos 10 años, con diseños y estudios ambientales ya en desarrollo.
Una muestra de que, cuando la gestión empresarial se orienta al propósito social, la infraestructura del bienestar es posible, escalable y sostenible.
Castillo Sinibaldi lo resume con claridad empresarial. “Uno tiene que pensar como empresario: que la empresa debe crecer, debe ser honorable, debe ser honesta y creativa. Nosotros seguimos esas normas”, enfatiza.