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Anita Gallagher: "Tenemos que desaprender para crear nuevas soluciones"

Anita Gallagher
Alicia Utrera
25 de abril, 2025

En el marco previo al evento TEDx La Antigua 2025, que se celebrará este sábado 26 de abril en el MUNAG. Bajo el lema: "Antigua inspira: generosidad y tecnología para transformar el mundo", República llevó a cabo una entrevista con Anita Gallagher, Development Manager  para Latinoamérica y el Caribe de  GivingTuesday y una de las speakers del evento.

Desde su experiencia, impulsa alianzas estratégicas que posicionan la generosidad como motor de transformación social en la región. Con una visión crítica y propositiva, destaca la importancia de desaprender, fomentar la sostenibilidad del ecosistema y escuchar genuinamente a los actores del cambio.

 

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¿Cómo definirías una estrategia de desarrollo que sea adaptable y ambiciosa en un entorno filantrópico tan diverso como Latinoamérica y el Caribe?

—En GivingTuesday apostamos por la generosidad desde la base. Para nosotros es fundamental hablar de generosidad y no de filantropía, porque esta última muchas veces se asocia a grandes instituciones o estructuras lejanas a la vida cotidiana de las personas.

En cambio, la generosidad es un valor más cercano, entendible y movilizador. Creemos que todo empieza en las comunidades: el tiempo, el talento y los recursos no financieros que tienen las personas pueden impulsar un desarrollo sostenible desde lo local.

¿Qué métricas o señales no convencionales consideras clave para evaluar el éxito de una alianza estratégica en el sector social?

—Hay que empezar a medir todos los tipos de recursos, no solo el dinero. La filantropía tradicional se enfoca en fondos visibles, pero necesitamos visibilizar aportes como el tiempo voluntario, las donaciones en especie o el conocimiento compartido.

También debemos enfocarnos en los cambios de fondo. Más allá de cuántos libros se entregan, lo importante es medir actitudes, comportamientos y transformaciones a largo plazo. Esas son las verdaderas señales de impacto.

¿Cómo equilibras la necesidad de resultados inmediatos con la construcción de relaciones a largo plazo en tu ecosistema de trabajo?

—Trabajamos desde un principio de liderazgo distribuido. Confiamos en que las personas conocen sus realidades y están en la mejor posición para liderar iniciativas. Yo me veo como facilitadora de procesos, no como una figura jerárquica.

Además, creemos que la colaboración es una estrategia en sí misma. Frente a desafíos como la crisis climática o la salud mental, necesitamos sumar esfuerzos desde la generosidad, que es medio y fin a la vez para lograr un cambio real.

¿Qué errores o decisiones difíciles te han llevado a replantear cómo escalar iniciativas de impacto sin perder la esencia comunitaria?

—Uno de los errores más comunes es caer en la impaciencia. Queremos resultados ya, pero los cambios reales requieren tiempo y constancia. Sembrar nuevos paradigmas, como entender la generosidad más allá del dinero, lleva años.

También he aprendido que la claridad del mensaje es vital. Vivimos rodeados de malas noticias, pero el valor de los mensajes positivos es enorme. Si inspiramos primero, las acciones concretas vendrán después.

Desde tu experiencia asesorando organizaciones, ¿qué suelen subestimar al diseñar su modelo de desarrollo institucional?

—El concepto de gobernanza aún se entiende de forma limitada. Muchas organizaciones creen que se trata solo de su consejo directivo, pero hoy implica involucrar activamente a todas las partes interesadas.

Hay que abrir espacios reales para que participantes, comunidades y hasta jóvenes o niños tengan voz. Aunque no estén en el órgano de gobierno, deben influir en las decisiones que afectan su vida y entorno.

¿Qué significa realmente innovar en el desarrollo de alianzas y estrategias sociales sin caer en la novedad vacía?

—Innovar no es solo digitalizar. La tecnología debe ser una herramienta, no el fin. La innovación verdadera nace del pensamiento crítico, de tomar distancia y ver el problema con una nueva perspectiva.

También implica ejecutar de forma diferente. Usar herramientas digitales o sociales para fomentar la participación y obtener mejores resultados es clave. Si queremos resultados distintos, debemos cambiar desde la raíz.

¿Qué patrones has identificado en organizaciones que logran transformar comunidades más allá de sus recursos?

—Un patrón clave es la mentalidad de abundancia. Las organizaciones que reconocen el talento y los recursos ya existentes en sus comunidades tienen más éxito que las que solo miran lo que falta.

También es fundamental el liderazgo distribuido. Las decisiones deben tomarse lo más cerca posible de donde se implementan. Eso genera legitimidad, compromiso y mejores resultados.

¿Qué te mueve hoy que no te movía hace cinco años? ¿Y qué has tenido que cambiar para seguir siendo una líder efectiva?

—He cambiado mi visión sobre el fortalecimiento institucional. Capacitar a organizaciones es útil, pero si solo nos vemos como prestadores técnicos de servicios, perdemos nuestro papel transformador.

Hoy creo firmemente que debemos asumir un rol político, no partidista, sino desde la conciencia social. Nuestro objetivo debe ser movilizar esfuerzos para cambiar los sistemas, no solo llenar vacíos que otros han dejado.

Anita Gallagher: "Tenemos que desaprender para crear nuevas soluciones"

Anita Gallagher
Alicia Utrera
25 de abril, 2025

En el marco previo al evento TEDx La Antigua 2025, que se celebrará este sábado 26 de abril en el MUNAG. Bajo el lema: "Antigua inspira: generosidad y tecnología para transformar el mundo", República llevó a cabo una entrevista con Anita Gallagher, Development Manager  para Latinoamérica y el Caribe de  GivingTuesday y una de las speakers del evento.

Desde su experiencia, impulsa alianzas estratégicas que posicionan la generosidad como motor de transformación social en la región. Con una visión crítica y propositiva, destaca la importancia de desaprender, fomentar la sostenibilidad del ecosistema y escuchar genuinamente a los actores del cambio.

 

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¿Cómo definirías una estrategia de desarrollo que sea adaptable y ambiciosa en un entorno filantrópico tan diverso como Latinoamérica y el Caribe?

—En GivingTuesday apostamos por la generosidad desde la base. Para nosotros es fundamental hablar de generosidad y no de filantropía, porque esta última muchas veces se asocia a grandes instituciones o estructuras lejanas a la vida cotidiana de las personas.

En cambio, la generosidad es un valor más cercano, entendible y movilizador. Creemos que todo empieza en las comunidades: el tiempo, el talento y los recursos no financieros que tienen las personas pueden impulsar un desarrollo sostenible desde lo local.

¿Qué métricas o señales no convencionales consideras clave para evaluar el éxito de una alianza estratégica en el sector social?

—Hay que empezar a medir todos los tipos de recursos, no solo el dinero. La filantropía tradicional se enfoca en fondos visibles, pero necesitamos visibilizar aportes como el tiempo voluntario, las donaciones en especie o el conocimiento compartido.

También debemos enfocarnos en los cambios de fondo. Más allá de cuántos libros se entregan, lo importante es medir actitudes, comportamientos y transformaciones a largo plazo. Esas son las verdaderas señales de impacto.

¿Cómo equilibras la necesidad de resultados inmediatos con la construcción de relaciones a largo plazo en tu ecosistema de trabajo?

—Trabajamos desde un principio de liderazgo distribuido. Confiamos en que las personas conocen sus realidades y están en la mejor posición para liderar iniciativas. Yo me veo como facilitadora de procesos, no como una figura jerárquica.

Además, creemos que la colaboración es una estrategia en sí misma. Frente a desafíos como la crisis climática o la salud mental, necesitamos sumar esfuerzos desde la generosidad, que es medio y fin a la vez para lograr un cambio real.

¿Qué errores o decisiones difíciles te han llevado a replantear cómo escalar iniciativas de impacto sin perder la esencia comunitaria?

—Uno de los errores más comunes es caer en la impaciencia. Queremos resultados ya, pero los cambios reales requieren tiempo y constancia. Sembrar nuevos paradigmas, como entender la generosidad más allá del dinero, lleva años.

También he aprendido que la claridad del mensaje es vital. Vivimos rodeados de malas noticias, pero el valor de los mensajes positivos es enorme. Si inspiramos primero, las acciones concretas vendrán después.

Desde tu experiencia asesorando organizaciones, ¿qué suelen subestimar al diseñar su modelo de desarrollo institucional?

—El concepto de gobernanza aún se entiende de forma limitada. Muchas organizaciones creen que se trata solo de su consejo directivo, pero hoy implica involucrar activamente a todas las partes interesadas.

Hay que abrir espacios reales para que participantes, comunidades y hasta jóvenes o niños tengan voz. Aunque no estén en el órgano de gobierno, deben influir en las decisiones que afectan su vida y entorno.

¿Qué significa realmente innovar en el desarrollo de alianzas y estrategias sociales sin caer en la novedad vacía?

—Innovar no es solo digitalizar. La tecnología debe ser una herramienta, no el fin. La innovación verdadera nace del pensamiento crítico, de tomar distancia y ver el problema con una nueva perspectiva.

También implica ejecutar de forma diferente. Usar herramientas digitales o sociales para fomentar la participación y obtener mejores resultados es clave. Si queremos resultados distintos, debemos cambiar desde la raíz.

¿Qué patrones has identificado en organizaciones que logran transformar comunidades más allá de sus recursos?

—Un patrón clave es la mentalidad de abundancia. Las organizaciones que reconocen el talento y los recursos ya existentes en sus comunidades tienen más éxito que las que solo miran lo que falta.

También es fundamental el liderazgo distribuido. Las decisiones deben tomarse lo más cerca posible de donde se implementan. Eso genera legitimidad, compromiso y mejores resultados.

¿Qué te mueve hoy que no te movía hace cinco años? ¿Y qué has tenido que cambiar para seguir siendo una líder efectiva?

—He cambiado mi visión sobre el fortalecimiento institucional. Capacitar a organizaciones es útil, pero si solo nos vemos como prestadores técnicos de servicios, perdemos nuestro papel transformador.

Hoy creo firmemente que debemos asumir un rol político, no partidista, sino desde la conciencia social. Nuestro objetivo debe ser movilizar esfuerzos para cambiar los sistemas, no solo llenar vacíos que otros han dejado.

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