Marolen Martínez habla con el alma cuando dice que un libro puede cambiar una vida. Escritora, empresaria y comunicadora guatemalteca con más de 20 años de trayectoria, ha hecho de su propósito personal una misión colectiva: empoderar a niñas y adolescentes guatemaltecas para que descubran su voz, sueñen en grande y rompan con ciclos que las limitan desde pequeñas.
Su proyecto más reciente Juntas Invencibles no nació de la inspiración, sino de la urgencia. Al enfrentarse con las cifras que revelan que 13 niñas por hora quedan embarazadas en Guatemala, entendió que no podía seguir esperando. Decidió escribirles a ellas directamente, sin juicios ni tecnicismos. Su libro es un espejo, una ventana y un abrazo para quienes han crecido entre silencios y miradas hacia el suelo.
Pero Martínez no se detuvo en la publicación. Sabía que la mayoría de las adolescentes en zonas vulnerables no podrían comprarlo, así que convirtió su sueño en una cruzada. Tocó puertas, convenció empresas, venció estereotipos como el "los jóvenes ya no leen", y lo logró: regaló ejemplares en escuelas públicas. Cada libro entregado fue un mensaje claro: “No estás sola. Sí puedes”.
En sus visitas a institutos, ha visto lo que muchas veces se ignora: la tristeza en una postura encorvada, la desesperanza en una mirada que se desvía. Y también ha sido testigo de cómo una historia puede transformar otra. Como la joven que pidió una segunda oportunidad para enviar su ensayo, la misma que hoy es embajadora de Inspiring Girls en Guatemala. O la adolescente boxeadora que, antes de cada pelea, relee el libro como si fuera su amuleto de fuerza.
Más que hablar de abuso o embarazo adolescente, la escritora habla de amor propio, dignidad y derecho a soñar. Lo suyo no es un proyecto editorial, es una plataforma de transformación. Y ya planea el siguiente paso, una versión para chicos, una plataforma digital, y 100 000 libros más.
Para ella, empoderar es creer en quienes aún no tienen poder de compra, pero sí de cambio. Porque como dice sin dudar: “un libro no solo se lee. Un libro puede rescatar una vida”.
Marolen Martínez habla con el alma cuando dice que un libro puede cambiar una vida. Escritora, empresaria y comunicadora guatemalteca con más de 20 años de trayectoria, ha hecho de su propósito personal una misión colectiva: empoderar a niñas y adolescentes guatemaltecas para que descubran su voz, sueñen en grande y rompan con ciclos que las limitan desde pequeñas.
Su proyecto más reciente Juntas Invencibles no nació de la inspiración, sino de la urgencia. Al enfrentarse con las cifras que revelan que 13 niñas por hora quedan embarazadas en Guatemala, entendió que no podía seguir esperando. Decidió escribirles a ellas directamente, sin juicios ni tecnicismos. Su libro es un espejo, una ventana y un abrazo para quienes han crecido entre silencios y miradas hacia el suelo.
Pero Martínez no se detuvo en la publicación. Sabía que la mayoría de las adolescentes en zonas vulnerables no podrían comprarlo, así que convirtió su sueño en una cruzada. Tocó puertas, convenció empresas, venció estereotipos como el "los jóvenes ya no leen", y lo logró: regaló ejemplares en escuelas públicas. Cada libro entregado fue un mensaje claro: “No estás sola. Sí puedes”.
En sus visitas a institutos, ha visto lo que muchas veces se ignora: la tristeza en una postura encorvada, la desesperanza en una mirada que se desvía. Y también ha sido testigo de cómo una historia puede transformar otra. Como la joven que pidió una segunda oportunidad para enviar su ensayo, la misma que hoy es embajadora de Inspiring Girls en Guatemala. O la adolescente boxeadora que, antes de cada pelea, relee el libro como si fuera su amuleto de fuerza.
Más que hablar de abuso o embarazo adolescente, la escritora habla de amor propio, dignidad y derecho a soñar. Lo suyo no es un proyecto editorial, es una plataforma de transformación. Y ya planea el siguiente paso, una versión para chicos, una plataforma digital, y 100 000 libros más.
Para ella, empoderar es creer en quienes aún no tienen poder de compra, pero sí de cambio. Porque como dice sin dudar: “un libro no solo se lee. Un libro puede rescatar una vida”.