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Seis cosas que no sabías del cónclave para elegir al nuevo Papa

.
Isabel Ortiz Caballeros
05 de mayo, 2025
El cónclave para elegir al nuevo Papa es un proceso lleno de rituales y normas que pocos conocen en detalle. Desde la entrega de papeletas hasta la quema de votos en una estufa centenaria, cada paso está regulado para garantizar transparencia y solemnidad en la Capilla Sixtina. Descubre las curiosidades que rodean esta histórica elección.
 
Es noticia. El 7 de mayo comenzará el cónclave con 133 cardenales electores reunidos en la Capilla Sixtina para elegir al 267º Papa.
  • Cada cardenal recibe papeletas rectangulares, dobladas cuidadosamente, donde escriben el nombre del candidato. Tras depositar su voto en un receptáculo, pronuncian un juramento solemne ante el altar.
  • Para los cardenales enfermos, tres infirmarii recogen sus votos en sus habitaciones y los llevan a la Capilla, asegurando que todos participen. La votación se realiza hasta cuatro veces al día, y si tras varios intentos no hay consenso, se hacen pausas para oración y diálogo.
  • Se requiere una mayoría de dos tercios, es decir, 89 votos, para elegir al nuevo Pontífice.
Qué destacar. El proceso está regulado por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, que detalla desde la forma de las papeletas hasta el procedimiento de votación.
  • Tres escrutadores, tres infirmarii y tres auditores son sorteados para supervisar la votación y el manejo de votos de cardenales enfermos.
  • Las papeletas se cuentan públicamente y se revisan minuciosamente para evitar votos duplicados o inválidos.
  • Al finalizar el conteo, las papeletas se ensartan en un hilo para conservarlas y luego se queman en una estufa de hierro fundido usada desde 1939, generando la tradicional fumata blanca o negra.
Lo indispensable. La Capilla Sixtina se cierra herméticamente durante el cónclave, y solo el último cardenal diácono controla la puerta, abriéndola y cerrándola para permitir la entrada y salida de los infirmarii.
  • El juramento que pronuncian los cardenales es una promesa ante Cristo de votar según su conciencia.
  • Si el número de papeletas no coincide con el de votantes, se anulan todos los votos y se repite la votación.
  • El proceso puede extenderse hasta 14 días, con pausas para oración y reflexión si no se llega a un acuerdo rápido.
Entre líneas. Pocos conocen estos detalles clave del cónclave que garantizan su solemnidad y transparencia:
  • Distribución de papeletas: Cada cardenal recibe al menos dos o tres papeletas rectangulares, con la frase “Eligo in Summum Pontificem” y espacio para escribir el nombre del candidato. Se sortean tres escrutadores, tres infirmarii y tres auditores para supervisar el proceso.
  • La papeleta y votación: Cada cardenal escribe el nombre de su elegido, dobla la papeleta y la lleva al altar, donde pronuncia un juramento solemne antes de depositarla. Los infirmarii llevan urnas a los cardenales enfermos para que puedan votar desde sus habitaciones.
  • La urna y recuento: Los escrutadores mezclan y cuentan públicamente los votos. Si el número de papeletas no coincide con el número de votantes, se anulan y se repite la votación. Las papeletas se ensartan en un hilo para conservarlas y luego se queman en una estufa especial, generando la tradicional fumata.
  • Quórum necesario: Se requiere mayoría de dos tercios, que en 2025 equivale a 89 votos de 133 cardenales. Si tras 33 votaciones no hay consenso, se puede bajar a mayoría simple para elegir entre los dos candidatos más votados.
  • Votaciones y pausas: Se realizan hasta cuatro votaciones diarias. Si no hay acuerdo tras varios días, se suspenden para oración y diálogo, con exhortaciones espirituales de cardenales mayores.
  • Fumata blanca o negra: Después de cada votación, las papeletas se queman en la estufa. El humo negro indica que no hay Papa elegido; el humo blanco anuncia la elección definitiva.
Hemeroteca. Desde 1389, solo cardenales han sido elegidos Papas, aunque cualquier varón católico puede ser candidato.
  • La estufa de hierro fundido para quemar votos se usa desde el cónclave de 1939, garantizando la confidencialidad y la señal visual de los resultados.
  • El cónclave moderno combina tradición espiritual con rigurosos controles para evitar fraudes o irregularidades.
  • La elección papal es un equilibrio entre espiritualidad, política interna y expectativas doctrinales que reflejan la complejidad de la Iglesia Católica.
 

Seis cosas que no sabías del cónclave para elegir al nuevo Papa

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Isabel Ortiz Caballeros
05 de mayo, 2025
El cónclave para elegir al nuevo Papa es un proceso lleno de rituales y normas que pocos conocen en detalle. Desde la entrega de papeletas hasta la quema de votos en una estufa centenaria, cada paso está regulado para garantizar transparencia y solemnidad en la Capilla Sixtina. Descubre las curiosidades que rodean esta histórica elección.
 
Es noticia. El 7 de mayo comenzará el cónclave con 133 cardenales electores reunidos en la Capilla Sixtina para elegir al 267º Papa.
  • Cada cardenal recibe papeletas rectangulares, dobladas cuidadosamente, donde escriben el nombre del candidato. Tras depositar su voto en un receptáculo, pronuncian un juramento solemne ante el altar.
  • Para los cardenales enfermos, tres infirmarii recogen sus votos en sus habitaciones y los llevan a la Capilla, asegurando que todos participen. La votación se realiza hasta cuatro veces al día, y si tras varios intentos no hay consenso, se hacen pausas para oración y diálogo.
  • Se requiere una mayoría de dos tercios, es decir, 89 votos, para elegir al nuevo Pontífice.
Qué destacar. El proceso está regulado por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, que detalla desde la forma de las papeletas hasta el procedimiento de votación.
  • Tres escrutadores, tres infirmarii y tres auditores son sorteados para supervisar la votación y el manejo de votos de cardenales enfermos.
  • Las papeletas se cuentan públicamente y se revisan minuciosamente para evitar votos duplicados o inválidos.
  • Al finalizar el conteo, las papeletas se ensartan en un hilo para conservarlas y luego se queman en una estufa de hierro fundido usada desde 1939, generando la tradicional fumata blanca o negra.
Lo indispensable. La Capilla Sixtina se cierra herméticamente durante el cónclave, y solo el último cardenal diácono controla la puerta, abriéndola y cerrándola para permitir la entrada y salida de los infirmarii.
  • El juramento que pronuncian los cardenales es una promesa ante Cristo de votar según su conciencia.
  • Si el número de papeletas no coincide con el de votantes, se anulan todos los votos y se repite la votación.
  • El proceso puede extenderse hasta 14 días, con pausas para oración y reflexión si no se llega a un acuerdo rápido.
Entre líneas. Pocos conocen estos detalles clave del cónclave que garantizan su solemnidad y transparencia:
  • Distribución de papeletas: Cada cardenal recibe al menos dos o tres papeletas rectangulares, con la frase “Eligo in Summum Pontificem” y espacio para escribir el nombre del candidato. Se sortean tres escrutadores, tres infirmarii y tres auditores para supervisar el proceso.
  • La papeleta y votación: Cada cardenal escribe el nombre de su elegido, dobla la papeleta y la lleva al altar, donde pronuncia un juramento solemne antes de depositarla. Los infirmarii llevan urnas a los cardenales enfermos para que puedan votar desde sus habitaciones.
  • La urna y recuento: Los escrutadores mezclan y cuentan públicamente los votos. Si el número de papeletas no coincide con el número de votantes, se anulan y se repite la votación. Las papeletas se ensartan en un hilo para conservarlas y luego se queman en una estufa especial, generando la tradicional fumata.
  • Quórum necesario: Se requiere mayoría de dos tercios, que en 2025 equivale a 89 votos de 133 cardenales. Si tras 33 votaciones no hay consenso, se puede bajar a mayoría simple para elegir entre los dos candidatos más votados.
  • Votaciones y pausas: Se realizan hasta cuatro votaciones diarias. Si no hay acuerdo tras varios días, se suspenden para oración y diálogo, con exhortaciones espirituales de cardenales mayores.
  • Fumata blanca o negra: Después de cada votación, las papeletas se queman en la estufa. El humo negro indica que no hay Papa elegido; el humo blanco anuncia la elección definitiva.
Hemeroteca. Desde 1389, solo cardenales han sido elegidos Papas, aunque cualquier varón católico puede ser candidato.
  • La estufa de hierro fundido para quemar votos se usa desde el cónclave de 1939, garantizando la confidencialidad y la señal visual de los resultados.
  • El cónclave moderno combina tradición espiritual con rigurosos controles para evitar fraudes o irregularidades.
  • La elección papal es un equilibrio entre espiritualidad, política interna y expectativas doctrinales que reflejan la complejidad de la Iglesia Católica.
 

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