La contienda entre el senador centrista Rodrigo Paz y el expresidente de derecha Jorge “Tuto” Quiroga constituye un momento decisivo para Bolivia. Ambos aparecen en el balotaje del domingo 19 de octubre con promesas de reactivar la economía sin continuidad del dominio del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del expresidente Evo Morales.
Es noticia. Bolivia se prepara para elegir, este domingo, a un nuevo presidente tras casi veinte años de hegemonía del MAS. La primera vuelta celebrada en agosto dejó fuera a las opciones progresistas y abrió paso a una contienda entre dos visiones liberales de distinto ritmo y profundidad.
- Rodrigo Paz, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, impulsa un modelo de “capitalismo para todos” que busca formalizar microempresas y negocios sin recurrir a un ajuste drástico.
- Jorge "Tuto" Ortega, expresidente y candidato de derecha, propone un “cambio radical” basado en acuerdos de libre comercio, inversión extranjera y ruptura con los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
- Con la economía en recesión, la inflación al alza y el desabastecimiento de combustibles, el país encara la votación en medio de incertidumbre y agotamiento social.
Qué destacar. El deterioro económico condiciona las promesas de campaña. Ambos candidatos ofrecen un giro hacia el mercado, pero difieren en la velocidad del ajuste y la dimensión del Estado.
- La bonanza del gas natural quedó atrás: las regalías ya no financian un Estado sobredimensionado, lo que forzó la búsqueda de nuevas fuentes de ingreso y competitividad.
- Paz plantea una transición gradual, con descentralización presupuestaria y estímulo al emprendimiento, priorizando la formalización laboral para evitar choques sociales.
- Quiroga, en contraste, propone reformas rápidas y profundas, reducción del gasto público y privatización de empresas ineficientes, con mayor riesgo de conflicto social a corto plazo.
Lo que sigue. El resultado del domingo determinará no solo quién gobernará Bolivia, sino también la dirección económica de los próximos años.
- Si gana Rodrigo Paz, el país podría experimentar una transición ordenada hacia un capitalismo social, con prioridad en empleo, microempresas y gradualismo fiscal.
- Si vence Jorge Quiroga, el giro sería más liberal y acelerado, con ajustes estructurales inmediatos y una política exterior alineada con el libre comercio.
- Ambos enfrentan el mismo desafío: mostrar resultados rápidos en inflación, abastecimiento y empleo para mantener la legitimidad y evitar tensiones sociales.
La contienda entre el senador centrista Rodrigo Paz y el expresidente de derecha Jorge “Tuto” Quiroga constituye un momento decisivo para Bolivia. Ambos aparecen en el balotaje del domingo 19 de octubre con promesas de reactivar la economía sin continuidad del dominio del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del expresidente Evo Morales.
Es noticia. Bolivia se prepara para elegir, este domingo, a un nuevo presidente tras casi veinte años de hegemonía del MAS. La primera vuelta celebrada en agosto dejó fuera a las opciones progresistas y abrió paso a una contienda entre dos visiones liberales de distinto ritmo y profundidad.
- Rodrigo Paz, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, impulsa un modelo de “capitalismo para todos” que busca formalizar microempresas y negocios sin recurrir a un ajuste drástico.
- Jorge "Tuto" Ortega, expresidente y candidato de derecha, propone un “cambio radical” basado en acuerdos de libre comercio, inversión extranjera y ruptura con los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
- Con la economía en recesión, la inflación al alza y el desabastecimiento de combustibles, el país encara la votación en medio de incertidumbre y agotamiento social.
Qué destacar. El deterioro económico condiciona las promesas de campaña. Ambos candidatos ofrecen un giro hacia el mercado, pero difieren en la velocidad del ajuste y la dimensión del Estado.
- La bonanza del gas natural quedó atrás: las regalías ya no financian un Estado sobredimensionado, lo que forzó la búsqueda de nuevas fuentes de ingreso y competitividad.
- Paz plantea una transición gradual, con descentralización presupuestaria y estímulo al emprendimiento, priorizando la formalización laboral para evitar choques sociales.
- Quiroga, en contraste, propone reformas rápidas y profundas, reducción del gasto público y privatización de empresas ineficientes, con mayor riesgo de conflicto social a corto plazo.
Lo que sigue. El resultado del domingo determinará no solo quién gobernará Bolivia, sino también la dirección económica de los próximos años.
- Si gana Rodrigo Paz, el país podría experimentar una transición ordenada hacia un capitalismo social, con prioridad en empleo, microempresas y gradualismo fiscal.
- Si vence Jorge Quiroga, el giro sería más liberal y acelerado, con ajustes estructurales inmediatos y una política exterior alineada con el libre comercio.
- Ambos enfrentan el mismo desafío: mostrar resultados rápidos en inflación, abastecimiento y empleo para mantener la legitimidad y evitar tensiones sociales.