Impulsado por cambios climáticos y deshielo de glaciares ha impactado significativamente en la cantidad y calidad del agua. Aumentando el estrés hídrico a nivel mundial. Según los datos más recientes del World Resources Institute (WRI) se prevé que la demanda mundial de este recurso natural aumente entre 20 y 25 % para 2050.
Una cuarta parte de la población mundial consume regularmente casi todo su suministro de agua disponible. Lo que ha llevado que al menos el 50 % de la población mundial viva en condiciones de gran escasez durante al menos un mes al año.
En el período 2015-2020 el nivel de estrés hídrico mundial aumentó en 0,21 puntos porcentuales, pasando de 18,03 a 18,24 %. El informe destaca que 51 de los 164 países y regiones analizadas, afrontarían la condición en un nivel entre alto y extremadamente alto. Es decir, el 31 % de la población tendría dificultados de acceso al agua.
¿Qué pasa en Latinoamérica?
Para esta región se prevé que la demanda de agua se incremente en 43 % para 2050 —siendo una de las mayores—. No obstante, al panorama es dispar en LAC. Países como Chile y Perú enfrentaría un alto riesgo de estrés hídrico (una probabilidad mayor al 80 %).
Le siguen Argentina y Guyana con un nivel medio alto de posibilidades, entre 20 y 39 %. Seguido por Brasil, Venezuela, Uruguay y Ecuador con probabilidad baja a media (10 y 19). Finalmente, Bolivia, Paraguay y Colombia tendría un nivel menor a 10.
Por su parte, Belice, Honduras, Nicaragua y Costa Rica serían los países “menos” afectados por el fenómeno. Guatemala se ubica en un nivel bajo a medio, junto con Panamá. Mientras que, El Salvador estaría en medio a alto.
El panorama en otras regiones
Cuanto menos es la brecha entre el suministro y la demanda, más vulnerable es un lugar a la escasez de agua. Por ello, un país que enfrente un “estrés hídrico extremo” significa que está utilizando al menos el 80 % de su suministro disponible.
Ese es el caso en Oriente Medio y África del Norte, donde el 83 % de la población está expuesta a un nivel extremadamente alto. El sur de Asia le sigue con 74 %.
Países del sur de Europa sufren un elevado estrés hídrico, se prevé que la situación en España empeore significativamente de aquí a 2050. Francia y Polonia se ubicarían en un nivel medio a alto, lo que corresponde a una tasa de utilización del 20 al 40% de los recursos disponibles.
Según datos de Aqueduct, el 31 % del PIB mundial (USD 70B) estará expuesto a un alto estrés hídrico para 2050. Solo cuatro países: India, México y Egipto y Turquía, representan más de la mitad expuesto.
Impulsado por cambios climáticos y deshielo de glaciares ha impactado significativamente en la cantidad y calidad del agua. Aumentando el estrés hídrico a nivel mundial. Según los datos más recientes del World Resources Institute (WRI) se prevé que la demanda mundial de este recurso natural aumente entre 20 y 25 % para 2050.
Una cuarta parte de la población mundial consume regularmente casi todo su suministro de agua disponible. Lo que ha llevado que al menos el 50 % de la población mundial viva en condiciones de gran escasez durante al menos un mes al año.
En el período 2015-2020 el nivel de estrés hídrico mundial aumentó en 0,21 puntos porcentuales, pasando de 18,03 a 18,24 %. El informe destaca que 51 de los 164 países y regiones analizadas, afrontarían la condición en un nivel entre alto y extremadamente alto. Es decir, el 31 % de la población tendría dificultados de acceso al agua.
¿Qué pasa en Latinoamérica?
Para esta región se prevé que la demanda de agua se incremente en 43 % para 2050 —siendo una de las mayores—. No obstante, al panorama es dispar en LAC. Países como Chile y Perú enfrentaría un alto riesgo de estrés hídrico (una probabilidad mayor al 80 %).
Le siguen Argentina y Guyana con un nivel medio alto de posibilidades, entre 20 y 39 %. Seguido por Brasil, Venezuela, Uruguay y Ecuador con probabilidad baja a media (10 y 19). Finalmente, Bolivia, Paraguay y Colombia tendría un nivel menor a 10.
Por su parte, Belice, Honduras, Nicaragua y Costa Rica serían los países “menos” afectados por el fenómeno. Guatemala se ubica en un nivel bajo a medio, junto con Panamá. Mientras que, El Salvador estaría en medio a alto.
El panorama en otras regiones
Cuanto menos es la brecha entre el suministro y la demanda, más vulnerable es un lugar a la escasez de agua. Por ello, un país que enfrente un “estrés hídrico extremo” significa que está utilizando al menos el 80 % de su suministro disponible.
Ese es el caso en Oriente Medio y África del Norte, donde el 83 % de la población está expuesta a un nivel extremadamente alto. El sur de Asia le sigue con 74 %.
Países del sur de Europa sufren un elevado estrés hídrico, se prevé que la situación en España empeore significativamente de aquí a 2050. Francia y Polonia se ubicarían en un nivel medio a alto, lo que corresponde a una tasa de utilización del 20 al 40% de los recursos disponibles.
Según datos de Aqueduct, el 31 % del PIB mundial (USD 70B) estará expuesto a un alto estrés hídrico para 2050. Solo cuatro países: India, México y Egipto y Turquía, representan más de la mitad expuesto.