Marcos Antil, proveniente de una aldea llamada Nancultac ubicada en Huehuetenango hizo una remembranza de su niñez. Contó cómo él junto a su familia se trasladaron a Santa Eulalia y poco después tuvieron que emigrar a EE. UU. debido a las amenazas que sufrieron por parte de grupos armados.
Su vida no fue fácil; sin embargo, una de las lecciones más importantes que aprendió fue que, cuando se tiene una meta clara, los caminos se abren. Su charla se desarrolló durante su participación en el foro República Mujer 2024
Marcos Antil, proveniente de una aldea llamada Nancultac ubicada en Huehuetenango hizo una remembranza de su niñez. Contó cómo él junto a su familia se trasladaron a Santa Eulalia y poco después tuvieron que emigrar a EE. UU. debido a las amenazas que sufrieron por parte de grupos armados.
Su vida no fue fácil; sin embargo, una de las lecciones más importantes que aprendió fue que, cuando se tiene una meta clara, los caminos se abren. Su charla se desarrolló durante su participación en el foro República Mujer 2024