Guatemala contabiliza 856 emergencias atendidas desde el 19 de abril, según el reciente informe de CONRED, el cual detalla la magnitud del impacto de la temporada de lluvias 2025.
Es noticia. El informe más reciente de la entidad detalla que más de 10,000 personas han sido afectadas, con daños significativos en viviendas e infraestructura a nivel nacional. Los datos revelan un panorama desafiante para el país, con miles de ciudadanos directamente afectados y una infraestructura clave comprometida.
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Un total de 10 527 personas han sido afectadas y 2088 clasificadas como damnificadas por las inclemencias del tiempo.
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Lamentablemente, se reportan 23 personas fallecidas y 2 desaparecidas, además de 30 heridos.
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En cuanto a las viviendas, 487 están en riesgo, mientras que 140 presentan daño leve, 1870 daños moderado y 78 daños severos.
Datos clave. El balance de las lluvias de 2025, presentado por CONRED, subraya la vulnerabilidad de varios sectores esenciales del país, evidenciando una afectación multisectorial que requiere atención urgente. Las cifras detalladas por la entidad de respuesta a desastres confirman la extensión de los daños a nivel nacional.
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El sector de servicios de salud (MSPAS) ha registrado 20 afectaciones, impactando la capacidad de respuesta sanitaria.
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En infraestructura vial, 41 puentes y 96 carreteras (CIV) han sufrido daños, complicando la conectividad y el transporte.
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Edificios públicos, incluidos 68 bajo el sistema CONRED y 27 centros educativos (MINEDUC), también muestran afectaciones, lo que podría retrasar el regreso a clases.
En el radar. Las afectaciones no se concentran en una única región, sino que se distribuyen por diversos departamentos, mostrando una amplia dispersión geográfica del impacto de las lluvias. Esta situación exige una respuesta coordinada y descentralizada para atender las necesidades emergentes de cada comunidad afectada.
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Departamentos como Quiché, con 161 afectaciones, y otros con cifras significativas como 80, 52 y 41, demuestran la extensión del fenómeno.
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La diversidad de cifras departamentales, desde 4 hasta 161, resalta la necesidad de estrategias de mitigación adaptadas a cada contexto regional.
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La dispersión geográfica de los incidentes subraya la importancia de fortalecer las capacidades locales de respuesta ante desastres naturales.
Lo que sigue. Ante la persistencia de la temporada de lluvias y los pronósticos meteorológicos, la gestión de riesgos y la reconstrucción se perfilan como prioridades. Las autoridades, en coordinación con la sociedad civil, deberán implementar acciones que no solo atiendan la emergencia actual, sino que también fortalezcan la resiliencia del país frente a futuros eventos climáticos.
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La CONRED, junto con otras instituciones, deberá mantener un monitoreo constante y fortalecer los sistemas de alerta temprana.
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Es crucial movilizar recursos para la rehabilitación de la infraestructura dañada y el apoyo a las familias damnificadas.
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A largo plazo, se impone la inversión en obras de infraestructura resilientes y la educación de la población sobre medidas preventivas.
Guatemala contabiliza 856 emergencias atendidas desde el 19 de abril, según el reciente informe de CONRED, el cual detalla la magnitud del impacto de la temporada de lluvias 2025.
Es noticia. El informe más reciente de la entidad detalla que más de 10,000 personas han sido afectadas, con daños significativos en viviendas e infraestructura a nivel nacional. Los datos revelan un panorama desafiante para el país, con miles de ciudadanos directamente afectados y una infraestructura clave comprometida.
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Un total de 10 527 personas han sido afectadas y 2088 clasificadas como damnificadas por las inclemencias del tiempo.
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En cuanto a las viviendas, 487 están en riesgo, mientras que 140 presentan daño leve, 1870 daños moderado y 78 daños severos.
Datos clave. El balance de las lluvias de 2025, presentado por CONRED, subraya la vulnerabilidad de varios sectores esenciales del país, evidenciando una afectación multisectorial que requiere atención urgente. Las cifras detalladas por la entidad de respuesta a desastres confirman la extensión de los daños a nivel nacional.
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El sector de servicios de salud (MSPAS) ha registrado 20 afectaciones, impactando la capacidad de respuesta sanitaria.
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En infraestructura vial, 41 puentes y 96 carreteras (CIV) han sufrido daños, complicando la conectividad y el transporte.
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Edificios públicos, incluidos 68 bajo el sistema CONRED y 27 centros educativos (MINEDUC), también muestran afectaciones, lo que podría retrasar el regreso a clases.
En el radar. Las afectaciones no se concentran en una única región, sino que se distribuyen por diversos departamentos, mostrando una amplia dispersión geográfica del impacto de las lluvias. Esta situación exige una respuesta coordinada y descentralizada para atender las necesidades emergentes de cada comunidad afectada.
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Departamentos como Quiché, con 161 afectaciones, y otros con cifras significativas como 80, 52 y 41, demuestran la extensión del fenómeno.
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La diversidad de cifras departamentales, desde 4 hasta 161, resalta la necesidad de estrategias de mitigación adaptadas a cada contexto regional.
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La dispersión geográfica de los incidentes subraya la importancia de fortalecer las capacidades locales de respuesta ante desastres naturales.
Lo que sigue. Ante la persistencia de la temporada de lluvias y los pronósticos meteorológicos, la gestión de riesgos y la reconstrucción se perfilan como prioridades. Las autoridades, en coordinación con la sociedad civil, deberán implementar acciones que no solo atiendan la emergencia actual, sino que también fortalezcan la resiliencia del país frente a futuros eventos climáticos.
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La CONRED, junto con otras instituciones, deberá mantener un monitoreo constante y fortalecer los sistemas de alerta temprana.
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Es crucial movilizar recursos para la rehabilitación de la infraestructura dañada y el apoyo a las familias damnificadas.
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A largo plazo, se impone la inversión en obras de infraestructura resilientes y la educación de la población sobre medidas preventivas.