En un entorno cada vez más digitalizado, el comercio ilícito de productos farmacéuticos ha encontrado terreno fértil en plataformas web, redes sociales y marketplaces informales.
Qué destacar. Guatemala no escapa a esta tendencia, y expertos advierten que la venta de medicamentos falsificados, robados o sin registro sanitario representa una amenaza directa a la salud pública.
- Durante el webinar “Medicamentos seguros: prevención y control de la falsificación”, organizado por el Comité Pro Comercio Lícito de FECAICA, se abordaron los desafíos que enfrenta la región ante este fenómeno.
- Daniel Estrada Duque, abogado colombiano y CEO de Signa Inc., compartió su experiencia en el desarrollo de herramientas tecnológicas para combatir este tipo de delitos.
- “Las falsificaciones en línea se han convertido en un cáncer para las marcas, y la única forma de enfrentarlas es con evidencia digital sólida y herramientas tecnológicas que operen a la velocidad del delito”, afirmó.
Cómo funciona. Signa Inc. implementó sistemas basados en inteligencia artificial capaces de escanear miles de publicaciones en línea, detectar patrones sospechosos y generar métricas sobre los productos más vulnerables.
- Estos algoritmos pueden identificar visualmente si un medicamento es auténtico o parte del comercio ilegal, simplemente analizando su imagen.
- Además, generan evidencia legal que permite a las marcas solicitar la eliminación de contenido fraudulento y emprender acciones judiciales.
- Esta tecnología ya opera en Colombia, México y Estados Unidos, y se proyecta su expansión hacia otros países de América Latina.
En el radar. Estrada también destacó la trazabilidad como herramienta clave. La implementación de códigos únicos de serialización y sistemas de verificación accesibles al consumidor permite confirmar la autenticidad de los productos antes de su compra.
- Sin embargo, señaló que uno de los principales obstáculos es el acceso limitado a bases de datos oficiales y privadas, así como la falta de coordinación entre empresas y autoridades para ejecutar operativos conjuntos.
- En eventos como el Encuentro Latinoamericano Anti Contrabando (ALAC 2025), Estrada ha insistido en que la lucha contra el comercio ilícito digital requiere velocidad, evidencia y voluntad política.
- La cooperación público-privada se vuelve esencial para compartir información, cerrar cuentas vinculadas al comercio ilegal y diseñar estrategias focalizadas. Con el análisis predictivo que permite la inteligencia artificial, es posible mapear las zonas más afectadas, estimar el volumen de mercancía ilícita y asignar recursos de manera más eficiente.
Voces. Muriel Ramírez, coordinadora de la Comisión de Defensa del Comercio Formal (CODECOF), subrayó la importancia de estos espacios de diálogo y formación.
- “Los esfuerzos por combatir el comercio ilícito continúan con apoyo de nuevas herramientas tecnológicas. La comercialización ilegal de productos afecta la economía, pero sobre todo, pone en riesgo la salud de los consumidores cuando se trata de alimentos y medicamentos, poniendo en riesgo la vida de las personas”, advirtió.
- Ramírez también hizo énfasis en la necesidad de articular esfuerzos entre sectores públicos y privados para proteger al consumidor y garantizar la integridad de los mercados formales.
- La tecnología, dijo, debe ser vista como una aliada estratégica en esta lucha, no solo para detectar irregularidades, sino para prevenirlas.
En conclusión. El Comité Pro Comercio Lícito, impulsado por FECAICA, continúa promoviendo iniciativas regionales para enfrentar el contrabando, la falsificación y la adulteración de productos.
- Su objetivo es construir una respuesta coordinada y efectiva que permita blindar los mercados legales y proteger a los consumidores.
- En definitiva, el comercio ilegal de medicamentos en la web es una amenaza creciente que exige respuestas innovadoras.
- La trazabilidad, la inteligencia artificial y la cooperación intersectorial se perfilan como pilares fundamentales para enfrentar este desafío y garantizar que los productos que llegan a manos de los consumidores sean seguros, legítimos y confiables.
En un entorno cada vez más digitalizado, el comercio ilícito de productos farmacéuticos ha encontrado terreno fértil en plataformas web, redes sociales y marketplaces informales.
Qué destacar. Guatemala no escapa a esta tendencia, y expertos advierten que la venta de medicamentos falsificados, robados o sin registro sanitario representa una amenaza directa a la salud pública.
- Durante el webinar “Medicamentos seguros: prevención y control de la falsificación”, organizado por el Comité Pro Comercio Lícito de FECAICA, se abordaron los desafíos que enfrenta la región ante este fenómeno.
- Daniel Estrada Duque, abogado colombiano y CEO de Signa Inc., compartió su experiencia en el desarrollo de herramientas tecnológicas para combatir este tipo de delitos.
- “Las falsificaciones en línea se han convertido en un cáncer para las marcas, y la única forma de enfrentarlas es con evidencia digital sólida y herramientas tecnológicas que operen a la velocidad del delito”, afirmó.
Cómo funciona. Signa Inc. implementó sistemas basados en inteligencia artificial capaces de escanear miles de publicaciones en línea, detectar patrones sospechosos y generar métricas sobre los productos más vulnerables.
- Estos algoritmos pueden identificar visualmente si un medicamento es auténtico o parte del comercio ilegal, simplemente analizando su imagen.
- Además, generan evidencia legal que permite a las marcas solicitar la eliminación de contenido fraudulento y emprender acciones judiciales.
- Esta tecnología ya opera en Colombia, México y Estados Unidos, y se proyecta su expansión hacia otros países de América Latina.
En el radar. Estrada también destacó la trazabilidad como herramienta clave. La implementación de códigos únicos de serialización y sistemas de verificación accesibles al consumidor permite confirmar la autenticidad de los productos antes de su compra.
- Sin embargo, señaló que uno de los principales obstáculos es el acceso limitado a bases de datos oficiales y privadas, así como la falta de coordinación entre empresas y autoridades para ejecutar operativos conjuntos.
- En eventos como el Encuentro Latinoamericano Anti Contrabando (ALAC 2025), Estrada ha insistido en que la lucha contra el comercio ilícito digital requiere velocidad, evidencia y voluntad política.
- La cooperación público-privada se vuelve esencial para compartir información, cerrar cuentas vinculadas al comercio ilegal y diseñar estrategias focalizadas. Con el análisis predictivo que permite la inteligencia artificial, es posible mapear las zonas más afectadas, estimar el volumen de mercancía ilícita y asignar recursos de manera más eficiente.
Voces. Muriel Ramírez, coordinadora de la Comisión de Defensa del Comercio Formal (CODECOF), subrayó la importancia de estos espacios de diálogo y formación.
- “Los esfuerzos por combatir el comercio ilícito continúan con apoyo de nuevas herramientas tecnológicas. La comercialización ilegal de productos afecta la economía, pero sobre todo, pone en riesgo la salud de los consumidores cuando se trata de alimentos y medicamentos, poniendo en riesgo la vida de las personas”, advirtió.
- Ramírez también hizo énfasis en la necesidad de articular esfuerzos entre sectores públicos y privados para proteger al consumidor y garantizar la integridad de los mercados formales.
- La tecnología, dijo, debe ser vista como una aliada estratégica en esta lucha, no solo para detectar irregularidades, sino para prevenirlas.
En conclusión. El Comité Pro Comercio Lícito, impulsado por FECAICA, continúa promoviendo iniciativas regionales para enfrentar el contrabando, la falsificación y la adulteración de productos.
- Su objetivo es construir una respuesta coordinada y efectiva que permita blindar los mercados legales y proteger a los consumidores.
- En definitiva, el comercio ilegal de medicamentos en la web es una amenaza creciente que exige respuestas innovadoras.
- La trazabilidad, la inteligencia artificial y la cooperación intersectorial se perfilan como pilares fundamentales para enfrentar este desafío y garantizar que los productos que llegan a manos de los consumidores sean seguros, legítimos y confiables.