Las cifras de violencia sexual y embarazos en niñas son alarmantes. El Congreso analiza la iniciativa 6430, que busca elevar la edad de consentimiento sexual y reforzar la protección de las menores.
Por qué importa. A pesar de la legislación vigente, existen vacíos legales para proteger a la niñez. En el caso de las niñas, preocupa que cada año el Registro Nacional de Personas (RENAP), registra cerca de 30 000 nacimientos de madres menores de 18 años.
- El 8 % corresponde a niñas menores de 14 años, consideradas como violaciones sexuales en Guatemala. El resto, de adolescentes de 15 hasta 18. Los datos confirman la crisis significativa del abuso y la violencia contra la niñez y la adolescencia.
- La situación es grave en el área rural por las barreras culturales y geográficas que complican la atención a servicios básicos, protección y justicia.
- La Asociación la Familia Importa (AFI) y el Observatorio de Salud Reproductiva (OSAR) coinciden en que muchas de las jovencitas son manipuladas y coaccionadas por personas mayores para participar en actividades sexuales.
En el radar. La Comisión de Niñez y Adolescencia del Congreso estudia la referida iniciativa: “Ley para Prevenir el Abuso Sexual Infantil”. Además, coordina mesas de trabajo con todos los sectores, entre ellos el Ministerio de Salud, Ministerio Público (MP), AFI y OSAR.
- La propuesta busca aumentar la edad mínima del consentimiento sexual. Sugiere que sea de 18 años. También, incrementar las obligaciones de protección y atención de las instituciones estatales. Asimismo, garantizar el acceso a programas de educación y servicios educativos y de salud.
- En resumen, plantea reformas al Código Penal en los artículos 173, 173 bis y 195. Y propone adicionar el artículo 12 bis de la Ley Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas.
- “Violación. Siempre se comete delito cuando la víctima es menor de 18 años o cuando sea una persona con discapacidad volitiva o cognitiva, aun cuando no medie violencia física o psicológica”, se lee la modificación al 173.
Voces. Organizaciones aseguran que la iniciativa es buena. Incrementa la protección a los menores de relaciones sexuales desiguales de poder y de aquellas que puedan dejar secuelas físicas y emocionales.
- Ana Fernanda Ramírez, directora de Asuntos Jurídicos y Legales de AFI, afirma que en la actualidad existe una brecha de desprotección para las adolescentes de 14 a 18 años.
- “En esa etapa existe la posibilidad de altos índices de manipulación, coerción o elementos que inevitablemente conducen a un abuso, aunque exista consentimiento. Al tener esa brecha, no se puede catalogar abuso o violación y tampoco priorizar la protección”, agrega Ramírez.
- Mirna Montenegro, directora ejecutiva de OSAR, indica que la iniciativa puede ser un avance. “El problema es que el marco legal existe, pero su implementación es mala”, añade.
En conclusión. Es imprescindible que la legislación garantice la protección a las menores y que castigue a las personas adultas que se involucren sexualmente con niñas y adolescentes.
Las cifras de violencia sexual y embarazos en niñas son alarmantes. El Congreso analiza la iniciativa 6430, que busca elevar la edad de consentimiento sexual y reforzar la protección de las menores.
Por qué importa. A pesar de la legislación vigente, existen vacíos legales para proteger a la niñez. En el caso de las niñas, preocupa que cada año el Registro Nacional de Personas (RENAP), registra cerca de 30 000 nacimientos de madres menores de 18 años.
- El 8 % corresponde a niñas menores de 14 años, consideradas como violaciones sexuales en Guatemala. El resto, de adolescentes de 15 hasta 18. Los datos confirman la crisis significativa del abuso y la violencia contra la niñez y la adolescencia.
- La situación es grave en el área rural por las barreras culturales y geográficas que complican la atención a servicios básicos, protección y justicia.
- La Asociación la Familia Importa (AFI) y el Observatorio de Salud Reproductiva (OSAR) coinciden en que muchas de las jovencitas son manipuladas y coaccionadas por personas mayores para participar en actividades sexuales.
En el radar. La Comisión de Niñez y Adolescencia del Congreso estudia la referida iniciativa: “Ley para Prevenir el Abuso Sexual Infantil”. Además, coordina mesas de trabajo con todos los sectores, entre ellos el Ministerio de Salud, Ministerio Público (MP), AFI y OSAR.
- La propuesta busca aumentar la edad mínima del consentimiento sexual. Sugiere que sea de 18 años. También, incrementar las obligaciones de protección y atención de las instituciones estatales. Asimismo, garantizar el acceso a programas de educación y servicios educativos y de salud.
- En resumen, plantea reformas al Código Penal en los artículos 173, 173 bis y 195. Y propone adicionar el artículo 12 bis de la Ley Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas.
- “Violación. Siempre se comete delito cuando la víctima es menor de 18 años o cuando sea una persona con discapacidad volitiva o cognitiva, aun cuando no medie violencia física o psicológica”, se lee la modificación al 173.
Voces. Organizaciones aseguran que la iniciativa es buena. Incrementa la protección a los menores de relaciones sexuales desiguales de poder y de aquellas que puedan dejar secuelas físicas y emocionales.
- Ana Fernanda Ramírez, directora de Asuntos Jurídicos y Legales de AFI, afirma que en la actualidad existe una brecha de desprotección para las adolescentes de 14 a 18 años.
- “En esa etapa existe la posibilidad de altos índices de manipulación, coerción o elementos que inevitablemente conducen a un abuso, aunque exista consentimiento. Al tener esa brecha, no se puede catalogar abuso o violación y tampoco priorizar la protección”, agrega Ramírez.
- Mirna Montenegro, directora ejecutiva de OSAR, indica que la iniciativa puede ser un avance. “El problema es que el marco legal existe, pero su implementación es mala”, añade.
En conclusión. Es imprescindible que la legislación garantice la protección a las menores y que castigue a las personas adultas que se involucren sexualmente con niñas y adolescentes.