Hacer crecer a Guatemala: astros alineados entre gobierno, privados y EE. UU.
Guatemala vive una coyuntura estratégica: su gobierno y sector privado, así como el gobierno de los EE. UU., coinciden en un mismo objetivo: impulsar infraestructura para generar prosperidad compartida. Voces empresariales y políticas advierten que el país no puede perder esta ventana única para dar el salto hacia un desarrollo sostenido.
Por qué importa. El país arrastra décadas de crecimiento moderado. Hoy, la infraestructura define hasta dónde puede avanzar Guatemala en empleo, competitividad y atracción de inversión. José Miguel Torrebiarte, presidente de FUNDESA, lo resumió: “es un momento especial”, porque existe confianza entre actores clave.
- La alianza tripartita reúne al gobierno de Guatemala, el sector privado y EE. UU., un hecho sin precedentes en infraestructura estratégica.
- Un fondo revolvente de USD 7M, impulsado junto a la Embajada de EE. UU., permitió preparar proyectos y atraer confianza.
- La meta de 2017 de generar 250 000 empleos al año solo será posible con infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria modernizada.
En el radar. El desafío no es técnico, sino político e institucional. Sin certeza jurídica, ningún plan podrá consolidarse como política de Estado. La experiencia demuestra que obras con vicios de origen no trascienden. De allí la urgencia de blindar legalmente los proyectos.
- Torrebiarte advirtió que la Ley de Infraestructura Vial Prioritaria marca un cambio de modelo: más ágil y transparente.
- El acompañamiento del Cuerpo de Ingenieros de EE. UU. abre estándares internacionales en licitación y ejecución.
- La transparencia es condición mínima: “un proyecto que nace con vicios no va a trascender”, alertó Torrebiarte.
Del otro lado. El sector privado insiste en invertir, pero reclama acción política. Rodrigo Arenas, aprovechando la presencia de Fernando Suriano, viceministro de Transportes, envió un mensaje directo al presidente Bernardo Arévalo: destrabar a los tres ministros (sin detallar) que frenan la inversión y ordenar coherencia dentro del Ejecutivo.
- Arenas, presidente editor de República, recordó que Guatemala enfrenta una “ventana única” donde confluyen intereses de seguridad, economía y geopolítica.
- El sector privado “está con toda la gana de invertir”, pero necesita reglas claras y decisiones firmes desde el gobierno.
- Suriano subrayó que la agenda del Ejecutivo incluye infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria como metas principales, concebidos como catalizadores de competitividad y crecimiento nacional.
Lo que sigue. El consenso es claro: Guatemala debe aprovechar la oportunidad de convertirse en hub logístico regional, con Estados Unidos como socio estratégico. La apuesta no es solo comercial, sino también geopolítica frente al crimen organizado y la influencia de China.
- Jett Thomason, consejero de la Embajada de EE. UU., visualizó un futuro con “puertos modernizados” y fábricas en expansión desde Escuintla.
- Diputados y funcionarios coincidieron en que, sin certeza jurídica, competitividad y seguridad, los proyectos se estancarán.
- Torrebiarte cerró con optimismo: los astros están alineados, pero “no volveremos a ver una coyuntura así en veinte años”.
Hacer crecer a Guatemala: astros alineados entre gobierno, privados y EE. UU.
Guatemala vive una coyuntura estratégica: su gobierno y sector privado, así como el gobierno de los EE. UU., coinciden en un mismo objetivo: impulsar infraestructura para generar prosperidad compartida. Voces empresariales y políticas advierten que el país no puede perder esta ventana única para dar el salto hacia un desarrollo sostenido.
Por qué importa. El país arrastra décadas de crecimiento moderado. Hoy, la infraestructura define hasta dónde puede avanzar Guatemala en empleo, competitividad y atracción de inversión. José Miguel Torrebiarte, presidente de FUNDESA, lo resumió: “es un momento especial”, porque existe confianza entre actores clave.
- La alianza tripartita reúne al gobierno de Guatemala, el sector privado y EE. UU., un hecho sin precedentes en infraestructura estratégica.
- Un fondo revolvente de USD 7M, impulsado junto a la Embajada de EE. UU., permitió preparar proyectos y atraer confianza.
- La meta de 2017 de generar 250 000 empleos al año solo será posible con infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria modernizada.
En el radar. El desafío no es técnico, sino político e institucional. Sin certeza jurídica, ningún plan podrá consolidarse como política de Estado. La experiencia demuestra que obras con vicios de origen no trascienden. De allí la urgencia de blindar legalmente los proyectos.
- Torrebiarte advirtió que la Ley de Infraestructura Vial Prioritaria marca un cambio de modelo: más ágil y transparente.
- El acompañamiento del Cuerpo de Ingenieros de EE. UU. abre estándares internacionales en licitación y ejecución.
- La transparencia es condición mínima: “un proyecto que nace con vicios no va a trascender”, alertó Torrebiarte.
Del otro lado. El sector privado insiste en invertir, pero reclama acción política. Rodrigo Arenas, aprovechando la presencia de Fernando Suriano, viceministro de Transportes, envió un mensaje directo al presidente Bernardo Arévalo: destrabar a los tres ministros (sin detallar) que frenan la inversión y ordenar coherencia dentro del Ejecutivo.
- Arenas, presidente editor de República, recordó que Guatemala enfrenta una “ventana única” donde confluyen intereses de seguridad, economía y geopolítica.
- El sector privado “está con toda la gana de invertir”, pero necesita reglas claras y decisiones firmes desde el gobierno.
- Suriano subrayó que la agenda del Ejecutivo incluye infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria como metas principales, concebidos como catalizadores de competitividad y crecimiento nacional.
Lo que sigue. El consenso es claro: Guatemala debe aprovechar la oportunidad de convertirse en hub logístico regional, con Estados Unidos como socio estratégico. La apuesta no es solo comercial, sino también geopolítica frente al crimen organizado y la influencia de China.
- Jett Thomason, consejero de la Embajada de EE. UU., visualizó un futuro con “puertos modernizados” y fábricas en expansión desde Escuintla.
- Diputados y funcionarios coincidieron en que, sin certeza jurídica, competitividad y seguridad, los proyectos se estancarán.
- Torrebiarte cerró con optimismo: los astros están alineados, pero “no volveremos a ver una coyuntura así en veinte años”.