Actualidad
Actualidad
Política
Política
Empresa
Empresa
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial
Videos
Videos

Guatemala es el departamento más usurpado por pandillas

.
Luis Gonzalez
27 de noviembre, 2025

Guatemala es el departamento más usurpado por pandillas y redes criminales, un fenómeno que entre 2020 y 2025 dejó más de 13 mil denuncias por usurpación y usurpación agravada, según datos del Ministerio Público y ACDEPRO.

Qué destacar. Sin embargo, en ese período el Estado apenas ejecutó 99 desalojos, lo que significa que solo el 0.76% de las víctimas logró recuperar su propiedad.

  • Esta cifra revela una realidad alarmante: en Guatemala robar o usurpar una finca o una casa es más fácil que recuperarla, y el crimen organizado ha convertido este fenómeno en un negocio rentable, aprovechando la ineficacia institucional para proteger el derecho a la propiedad privada.
  • Aunque durante años se pensó que las usurpaciones se concentraban en las Verapaces, Sololá, San Marcos e Izabal, bajo el argumento de recuperar tierras ancestrales, hoy el departamento de Guatemala encabeza la lista con 2799 denuncias, seguido por Huehuetenango con 1361, San Marcos con 1147, Alta Verapaz con 986 y Sololá con 633.
  • En el área metropolitana, municipios como Mixco, Villa Nueva, Villa Canales, San Juan Sacatepéquez, Chinautla y Amatitlán presentan patrones peligrosos: grupos criminales operan para robar y usurpar propiedades mediante intimidación, violencia y corrupción. Las modalidades van desde redes de abogados que falsifican títulos para vender inmuebles, hasta invasiones masivas que se convierten en asentamientos humanos.

.

SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER

Sí, pero. En los últimos años, destaca el incremento de tomas de propiedades por pandillas, que obligan a los dueños a abandonar sus casas por miedo.

  • El fenómeno ya tiene rostro y mapa. Lo expuesto evidencia cómo una propiedad legítima se transforma en un activo del crimen organizado.
  • Tristemente, según afectados, el método es conocido por el Ministerio de Gobernación, la Policía Nacional Civil y el Ministerio Público, pero la ineficacia estatal convierte el delito en una práctica sistemática e impune.
  • Zonas como la 7 y el corredor de El Naranjo han visto miles de casas y bodegas usurpadas, mientras que en Mixco se reporta falsificación masiva de escrituras y asesinatos vinculados a tomas ilegales.

Cómo funciona. En zona 18, el asesinato del cantante Farruko Pop evidenció cómo las pandillas usan casas robadas para ocultar armas, drogas y cadáveres.

  • Chinautla y Amatitlán muestran una expansión descontrolada de asentamientos sobre terrenos privados ante la pasividad estatal, y en San Juan Sacatepéquez la usurpación afecta áreas protegidas, generando conflictos entre comunitarios y proyectos privados.
  • Villa Canales registra un alza de usurpaciones ligadas a secuestradores y narcotraficantes que ocupan viviendas como bases operativas.
  • Casos recientes incluyen operativos en Villa Nueva para recuperar viviendas ocupadas por pandilleros que cobraban extorsiones, y el hallazgo de cadáveres en casas tomadas por maras en zona 18.

En el radar. El impacto socioeconómico es profundo: devaluación de inmuebles, aumento de primas de seguro y gastos de seguridad, expansión desordenada de asentamientos y presión sobre servicios básicos.

  • A esto se suma la desconfianza institucional, pues la percepción de impunidad debilita el Estado de Derecho y disuade la inversión, destaca la Asociación en la Defensa de la Propiedad Privada (ACDEPRO).
  • Los vacíos institucionales son evidentes: capacidad operativa insuficiente para ejecutar desalojos con seguridad, falta de interoperabilidad entre Catastro, Registro de la Propiedad, Ministerio de Gobernación y Ministerio Público.
  • Además, escasa transparencia de datos y ausencia de mapas públicos de riesgo, y una tramitología excesiva que favorece la permanencia ilegal.

En conclusión. Pese a que el Código Penal tipifica la usurpación como el despojo o invasión ilícita de un inmueble y establece que la permanencia del ocupante constituye flagrancia, el Ministerio Público cuenta con protocolos específicos y con una Fiscalía contra el Delito de Usurpación creada en 2021, pero su efectividad es mínima.

  • ACDEPRO advierte que el Estado sigue siendo incapaz de proteger al propietario y al inversor, dejándolos solos ante pandilleros, grupos criminales y redes paralegales de abogados que se dedican a invadir y robar propiedades.
  • La entidad propone una respuesta integral basada en prevención y control territorial, persecución penal especializada, protección a víctimas y educación ciudadana sobre el valor legal de la propiedad.
  • Solo con una estrategia coordinada entre sector público, privado y sociedad civil, Guatemala podrá revertir la tendencia de impunidad y recuperar la certeza jurídica sobre su territorio.

.

.

Guatemala es el departamento más usurpado por pandillas

.
Luis Gonzalez
27 de noviembre, 2025

Guatemala es el departamento más usurpado por pandillas y redes criminales, un fenómeno que entre 2020 y 2025 dejó más de 13 mil denuncias por usurpación y usurpación agravada, según datos del Ministerio Público y ACDEPRO.

Qué destacar. Sin embargo, en ese período el Estado apenas ejecutó 99 desalojos, lo que significa que solo el 0.76% de las víctimas logró recuperar su propiedad.

  • Esta cifra revela una realidad alarmante: en Guatemala robar o usurpar una finca o una casa es más fácil que recuperarla, y el crimen organizado ha convertido este fenómeno en un negocio rentable, aprovechando la ineficacia institucional para proteger el derecho a la propiedad privada.
  • Aunque durante años se pensó que las usurpaciones se concentraban en las Verapaces, Sololá, San Marcos e Izabal, bajo el argumento de recuperar tierras ancestrales, hoy el departamento de Guatemala encabeza la lista con 2799 denuncias, seguido por Huehuetenango con 1361, San Marcos con 1147, Alta Verapaz con 986 y Sololá con 633.
  • En el área metropolitana, municipios como Mixco, Villa Nueva, Villa Canales, San Juan Sacatepéquez, Chinautla y Amatitlán presentan patrones peligrosos: grupos criminales operan para robar y usurpar propiedades mediante intimidación, violencia y corrupción. Las modalidades van desde redes de abogados que falsifican títulos para vender inmuebles, hasta invasiones masivas que se convierten en asentamientos humanos.

.

SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER

Sí, pero. En los últimos años, destaca el incremento de tomas de propiedades por pandillas, que obligan a los dueños a abandonar sus casas por miedo.

  • El fenómeno ya tiene rostro y mapa. Lo expuesto evidencia cómo una propiedad legítima se transforma en un activo del crimen organizado.
  • Tristemente, según afectados, el método es conocido por el Ministerio de Gobernación, la Policía Nacional Civil y el Ministerio Público, pero la ineficacia estatal convierte el delito en una práctica sistemática e impune.
  • Zonas como la 7 y el corredor de El Naranjo han visto miles de casas y bodegas usurpadas, mientras que en Mixco se reporta falsificación masiva de escrituras y asesinatos vinculados a tomas ilegales.

Cómo funciona. En zona 18, el asesinato del cantante Farruko Pop evidenció cómo las pandillas usan casas robadas para ocultar armas, drogas y cadáveres.

  • Chinautla y Amatitlán muestran una expansión descontrolada de asentamientos sobre terrenos privados ante la pasividad estatal, y en San Juan Sacatepéquez la usurpación afecta áreas protegidas, generando conflictos entre comunitarios y proyectos privados.
  • Villa Canales registra un alza de usurpaciones ligadas a secuestradores y narcotraficantes que ocupan viviendas como bases operativas.
  • Casos recientes incluyen operativos en Villa Nueva para recuperar viviendas ocupadas por pandilleros que cobraban extorsiones, y el hallazgo de cadáveres en casas tomadas por maras en zona 18.

En el radar. El impacto socioeconómico es profundo: devaluación de inmuebles, aumento de primas de seguro y gastos de seguridad, expansión desordenada de asentamientos y presión sobre servicios básicos.

  • A esto se suma la desconfianza institucional, pues la percepción de impunidad debilita el Estado de Derecho y disuade la inversión, destaca la Asociación en la Defensa de la Propiedad Privada (ACDEPRO).
  • Los vacíos institucionales son evidentes: capacidad operativa insuficiente para ejecutar desalojos con seguridad, falta de interoperabilidad entre Catastro, Registro de la Propiedad, Ministerio de Gobernación y Ministerio Público.
  • Además, escasa transparencia de datos y ausencia de mapas públicos de riesgo, y una tramitología excesiva que favorece la permanencia ilegal.

En conclusión. Pese a que el Código Penal tipifica la usurpación como el despojo o invasión ilícita de un inmueble y establece que la permanencia del ocupante constituye flagrancia, el Ministerio Público cuenta con protocolos específicos y con una Fiscalía contra el Delito de Usurpación creada en 2021, pero su efectividad es mínima.

  • ACDEPRO advierte que el Estado sigue siendo incapaz de proteger al propietario y al inversor, dejándolos solos ante pandilleros, grupos criminales y redes paralegales de abogados que se dedican a invadir y robar propiedades.
  • La entidad propone una respuesta integral basada en prevención y control territorial, persecución penal especializada, protección a víctimas y educación ciudadana sobre el valor legal de la propiedad.
  • Solo con una estrategia coordinada entre sector público, privado y sociedad civil, Guatemala podrá revertir la tendencia de impunidad y recuperar la certeza jurídica sobre su territorio.

.

.

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?