El gobierno del presidente Donald Trump consideraría llevar a cabo operaciones militares en tierra contra redes de narcotráfico en Venezuela y Colombia, tras una fase de ataques marítimos en el Caribe y el Pacífico. El senador Lindsey Graham informó que se presentará al Congreso un informe sobre esta posible expansión. La iniciativa plantea polémica legal y diplomática.
Es noticia. La Casa Blanca tiene previsto informar al Congreso sobre la potencial ampliación de operaciones militares —hasta ahora centradas en el mar— hacia territorio terrestre en Venezuela y Colombia.
- Senador Lindsey Graham afirmó que el presidente Trump planea “briefing” al Congreso sobre futuras operaciones en tierra contra el narcotráfico desde Venezuela y Colombia.
- Desde septiembre, fuerzas estadounidenses habrían hundido al menos 10 embarcaciones asociadas al tráfico de drogas, causando alrededor de 43 muertos.
- Graham respaldó la medida y la consideró legítima desde la autoridad presidencial, mientras críticos advierten sobre la falta de evidencia, los procesos judiciales y el respeto al derecho internacional.
Datos clave. El plan evaluado busca frenar la expansión de carteles que operan en Venezuela y Colombia, principales puntos de origen del tráfico hacia Norteamérica. La ofensiva marcaría un cambio de escala, al trasladar la acción militar de las aguas a la tierra.
-
La estrategia terrestre contemplaría incursiones selectivas en zonas rurales de ambos países, donde se concentran laboratorios y corredores logísticos del narcotráfico.
-
Militares retirados y analistas advierten que este tipo de operaciones requieren autorización explícita o acuerdos bilaterales, para evitar choques diplomáticos.
-
De aprobarse, EE. UU. reforzaría la cooperación de inteligencia con gobiernos aliados y elevaría su gasto militar en Latinoamérica durante los próximos meses.
Ecos regionales. El posible despliegue en tierra preocupa a los países centroamericanos, que podrían enfrentar un redireccionamiento del tráfico y un aumento de la presión migratoria y del crimen organizado.
-
Expertos en seguridad sostienen que un bloqueo militar en el sur podría empujar nuevas rutas de droga hacia Centroamérica, complicando el control fronterizo.
-
Advierten que el incremento de la violencia regional impactaría la inversión extranjera y la estabilidad comercial.
-
Se debe fortalecer la cooperación multilateral y evitar acciones unilaterales que puedan socavar la soberanía de los Estados.
En conclusión. La posible expansión de la ofensiva estadounidense hacia territorio venezolano y colombiano marca un punto de inflexión en la estrategia regional contra el narcotráfico. Aunque sus promotores la justifican como una medida de seguridad nacional, expertos alertan que podría reactivar tensiones diplomáticas y aumentar la inestabilidad en la región.
El gobierno del presidente Donald Trump consideraría llevar a cabo operaciones militares en tierra contra redes de narcotráfico en Venezuela y Colombia, tras una fase de ataques marítimos en el Caribe y el Pacífico. El senador Lindsey Graham informó que se presentará al Congreso un informe sobre esta posible expansión. La iniciativa plantea polémica legal y diplomática.
Es noticia. La Casa Blanca tiene previsto informar al Congreso sobre la potencial ampliación de operaciones militares —hasta ahora centradas en el mar— hacia territorio terrestre en Venezuela y Colombia.
- Senador Lindsey Graham afirmó que el presidente Trump planea “briefing” al Congreso sobre futuras operaciones en tierra contra el narcotráfico desde Venezuela y Colombia.
- Desde septiembre, fuerzas estadounidenses habrían hundido al menos 10 embarcaciones asociadas al tráfico de drogas, causando alrededor de 43 muertos.
- Graham respaldó la medida y la consideró legítima desde la autoridad presidencial, mientras críticos advierten sobre la falta de evidencia, los procesos judiciales y el respeto al derecho internacional.
Datos clave. El plan evaluado busca frenar la expansión de carteles que operan en Venezuela y Colombia, principales puntos de origen del tráfico hacia Norteamérica. La ofensiva marcaría un cambio de escala, al trasladar la acción militar de las aguas a la tierra.
-
La estrategia terrestre contemplaría incursiones selectivas en zonas rurales de ambos países, donde se concentran laboratorios y corredores logísticos del narcotráfico.
-
Militares retirados y analistas advierten que este tipo de operaciones requieren autorización explícita o acuerdos bilaterales, para evitar choques diplomáticos.
-
De aprobarse, EE. UU. reforzaría la cooperación de inteligencia con gobiernos aliados y elevaría su gasto militar en Latinoamérica durante los próximos meses.
Ecos regionales. El posible despliegue en tierra preocupa a los países centroamericanos, que podrían enfrentar un redireccionamiento del tráfico y un aumento de la presión migratoria y del crimen organizado.
-
Expertos en seguridad sostienen que un bloqueo militar en el sur podría empujar nuevas rutas de droga hacia Centroamérica, complicando el control fronterizo.
-
Advierten que el incremento de la violencia regional impactaría la inversión extranjera y la estabilidad comercial.
-
Se debe fortalecer la cooperación multilateral y evitar acciones unilaterales que puedan socavar la soberanía de los Estados.
En conclusión. La posible expansión de la ofensiva estadounidense hacia territorio venezolano y colombiano marca un punto de inflexión en la estrategia regional contra el narcotráfico. Aunque sus promotores la justifican como una medida de seguridad nacional, expertos alertan que podría reactivar tensiones diplomáticas y aumentar la inestabilidad en la región.
EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: